"Estoy mostrando otras cosas que nadie conocía porque estaba muy metida en el rock, que te chupa mucho y también te enferma".
“Yo soy actriz desde chiquita, también artista plástica, bailarina…”, se define Fabiana Cantilo (55) al comenzar la charla con Ciudad.com, abriendo horizontes que exceden la extensa carrera que la llevó a la fama.
Es que la cantante está redescubriendo aquellas facetas artísticas aquietadas por el rock, pero que la tuvieron muy entusiasmada durante su adolescencia. Ahora, en medio de este renacer marcado por la recuperación de sus adicciones, un llamado inesperado durante un día de campo la entusiasmó para debutar en cine. Ella aceptó a ciegas.
En Aire Libre, de la directora Anahí Berneri, la "actriz" (porque ya tiene ganado el título) interpreta un personaje hecho a medida. Matilde es la madre moderna e híper relajada que acompaña a su hija Lucía (Celeste Cid) en la fuerte crisis de pareja que atraviesa con Manuel (Leonardo Sbaraglia).
“Matilde está fumada, es colgada, tranquila. Tiene la cosa mía de la artista plástica (N de la R: sus cuadros aparecen en el film) pero no es la cantante histriónica”, sintetiza sobre su personaje en paralelismo con su propia vida.
-¿Cómo te encuentra tu debut en cine?
-Yo soy actriz desde chiquita, también artista plástica, bailarina… Pero ahora estoy mostrando otras cosas que nadie conocía porque estaba muy metida en el rock, que te chupa mucho y también te enferma. Así que bueno, estoy saliendo como a mis 18 o 19 años, que hacía danza y teatro.
-Hace uno meses, en una entrevista con Ciudad.com, habías comentado que estabas en una etapa muy especial, de serenidad y encuentro. ¿Cómo seguís?
-Estoy muy bien, progresando como ser humano. Logré poner toda esa experiencia en sabiduría y estar contenta con mi edad. Después de toda mi vida tan intensa, con tantos altos y bajos, ahora agarré el comienzo de la serenidad. Estuve un mes en México con mis dos amigas (N de la R: la acompañaron a la presentación de la película y Fabiana les insistía para que se sienten junto a ella en las entrevistas con la prensa) y no tuve ningún ataque de ira. Estoy rodeándome de la gente que está limpia, de las buenas personas que tienen un viaje espiritual.
"Estoy muy bien porque estoy progresando como ser humano. Cuando uno se cura y se limpia todo viene hacia uno, aunque no quiere decir que no haya dolor. Hay que pasarlo y hace dos años que vengo saliendo".
-¿Cómo influyó eso en tu carrera?
-Ahora creo que como cantante soy una servidora social, cambió mi concepto sobre mí misma. trato de creérmela menos. No lo pienso como que la gente viene a verme a mí, sino que le estoy haciendo un servicio. Mi talón de Aquiles fue la droga, no fue la fama ni el poder ni el dinero. ¡Pero por suerte se la gané, señores, se la gané!
-¿Estás más calma, más consciente?
-No es que soy una tarada que estuve lela toda mi vida. Estoy más lúcida. Esta vez me pasó algo que tiene que ver con lo espiritual y algo cambió. Hay cosas que ya no están en mi vida. Yo tuve una segunda oportunidad, hice un pacto con el cielo y así es. Y cuando uno se cura y se limpia, todo viene hacia uno, aunque no quiere decir que no haya dolor. Hay que pasarlo y hace dos años que vengo saliendo. Estoy limpia. Pero cuando estás limpia, empiezan los otros problemas, las razones por las cuales te drogabas, los defectos de carácter… Tengo grupo, madrina, meditación, psicólogo, psiquiatra.
Su próximo disco: "Tengo 40 bocetos de canciones y agarré uno que se llama Súper Amor que se lo voy a dar a Lisandro (Aristimuño). Y además vamos a zapar y hacer un tema juntos".
-¿Seguís sola?
-Sí, necesito estar sola un tiempo más. Dicen que igual atrae a igual, así que aún necesito mi tiempo. Viste que mi vida amorosa siempre fue un desastre, mi carrera fue divina pero mi vida amorosa… Porque no le daba bola.
-¿Qué podés contar del nuevo disco que vas a sacar?
-Vamos a zapar con Lisandro Aristimuño, que es con la persona que se puede hacer eso. Tiene tan buena onda, respeto hacia mí... ¡Tiene una onda! Porque yo percibo a esta altura. Va, a esta altura recién me doy cuenta de que siempre había que hacerle caso a mi intuición. Ese pibe, que tiene su mujer y su hija, no hay intereses de otro tipo, me admiraba de antes, y ahora va a producir algunos temas. Tengo 40 bocetos de canciones y agarré uno que se llama Súper Amor (que no sé si no va a ser el título del disco), que se lo voy a dar a Lisandro. Y además vamos a zapar y hacer un tema juntos, si Dios quiere. Eso va a suceder mañana mismo.