Hay dos elementos que no pueden fallar en ninguna fiesta: la música y la comida. Por eso, los participantes de MasterChef (domingos, 22.15 por Telefe) sintieron todo el peso de la responsabilidad que tenían en el desafío del último capítulo, que consistía en cocinar para una boda con cien invitados.
El grupo de trece cocineros se dividió en dos grupos, uno comandado por Natalie y el otro por Juan, para hacer una entrada tipo cocktail y un plato principal. El conductor, Mariano Peluffo, les reveló que debían cocinar en pocas y bajo la atenta mirada de los jurados Donato de Santis, Germán Martitegui y Christophe Krywonis. El equipo ganador se salvaría de ir a la prueba de eliminación, de donde se elige al participante que se va del reality.
Entre corridas, gritos y cacerolas, los participantes lograron enviar al salón la entrada sin demasiados inconvenientes pero a la hora de entregar en tiempo y forma el plato principal, unas cazuelas de carne, tuvieron muchos inconvenientes.
Por eso, Martitegui decidió remangarse la camisa y ponerse el delantal para poder llegar a entregar los platos a los invitados, como se habían comprometido. Donato y Christophe lo siguieron, guiando y cocinando a la par de los competidores.
Finalmente, el equipo rojo comandado por Natalie ganó la prueba y el azul fue a la prueba de eliminación, donde se despidió del ciclo Roberto en un capítulo de mucha adrenalina.