Katy Perry de a poco dejó atrás a la chica rebelde y ahora está en una etapa un tanto más conservadora. Por el momento, lejos está de los escándalos y las polémicas, pero eso no quita que pueda mostrar su lado más sexy.
“Me acosté de espaldas una noche y miré a mis pies, y le pedí a Dios. Le dije: ‘Dios, te ruego que me des senos tan grandes que no pueda ver mis pies cuando esté acostada’. Dios respondió mis oraciones”, reveló Katy.
¡Y miren si no derrochó sensualidad! La bella morocha ilustra la portada de la revista GQ y además realizó una sesión de fotos para el infarto.
Y eso no fue todo ya que Katy, de 29 años, realizó confesiones impactantes, como que siempre estuvo obsesionada con sus senos y cómo logró tener lolas grandes.
“Me acosté de espaldas una noche y miré a mis pies, y le pedí a Dios. Le dije: ‘Dios, te ruego que me des senos tan grandes que no pueda ver mis pies cuando esté acostada’. Dios respondió mis oraciones”, aseguró la cantante y agregó que ese pedido lo hizo cuando tenía 11 años. Y es evidente que Dios la escuchó y le cumplió el deseo.
Además, Perry reveló que perdió su virginidad a los 16 años en el asiento delantero de un auto, mientras escuchaba el disco Grace, de Jeff Buckley. "Amo tanto ese disco", bromeó.