Que Brad Pitt llegue a tu boda de sorpresa, y sin que nadie lo haya invitado ni contratado para tal fin, es el mejor regalo que cualquier novia del planeta puede tener… ¿quién quiere una inmensa lista de obsequios en refinadas boutiques con vajilla de porcelana o grandes tiendas con todo tipo de electrodomésticos si podés tener a un galán de Hollywood en el día más importante de tu vida?
Mientras los recién casados disfrutaba de la flamante fiesta en Buckinghamshire, al sudeste de Inglaterra, Brad estaba alojado en el mismo hotel en el mismo hotel donde se celebraba el banquete de la boda, sorprendiendo así a los novios y a todos los invitados de la ceremonia. Abi Lingwood y Daniel, la afortunada pareja, disfrutaban de la recepción en el hotel y quedaron sorprendidos al ver en la barra del bar a la estrella de Hollywood, quien estaba allí porque actualmente está rodando la película Fury en los cercanos estudios Pinewood.
"Mi marido me dijo: 'Brad Pitt está en la barra del bar, tienes que venir conmigo'. Y me llevó hasta donde estaba Brad. Pensé que estaba bromeando", contó la novia al diario Maidenhead Advertiser.
“‘Felicidades, espero que tengas un gran día. Vamos a tomarnos una foto'. Me dijo que estaba preciosa. Es realmente encantador", confesó emocionada Lingwood.
"Las chicas se volvieron locas cuando vieron a Brad y la gente que iba con él prefirió irse a otra habitación para proseguir su reunión. Acaparó el protagonismo de mi boda, pero no me importó", reveló la novia.
En el gran día, momentos antes que la blanca y radiante novia camine hacia el altar, ella debe prepararse con su hermoso vestido para ser una verdadera princesa. Pero, según la tradición, debe llevar algo azul (los ojos de Brad), algo nuevo (que Pitt vaya a tu boda), algo prestado (¡Gracias, Angelina Jolie!) y algo usado (Ehhh, bueno… el novio).
La próxima que se “autoinvite” a la noche de bodas, ¿no?