Miedo y desconfianza a lo desconocido. Esas fueron las reacciones al dentista que tuvieron 2 integrantes de las tribus en Perdidos en la ciudad.
El programa intenta demostrar la extrañeza que sienten las familias orientales con ciertas costumbres de Occidente, como la alimentación, la seducción, la monogamia y el cuidado por la salud y la estética, un tema recurrente de la temporada anterior, cuando los argentinos viajaron a las aldeas.
La visita al dentista fue una de las salidas obligatorias para los integrantes de la tribu Mentawai de Indonesia, alojados en la casa de la familia Funes. A Teo, uno de los huéspedes, le dio miedo desde el sillón del dentista hasta los elementos. Y admitió su susto. “Tengo mucho miedo, no quiero que me saquen los dientes. ¿Qué vas a hacer? ¿Por qué te ponés guantes?”, preguntaba en el consultorio.
Su compañera, Bai, también mostró esa desconfianza. “Si querés limpiarme está bien, pero sacarlos eso no me gusta. Si me llega a doler te muerdo”, le decía al dentista. Más relajada, después estuvo atenta (y hasta tentada) cuando le enseñaron a lavarse los dientes. Y aunque no se dejó arreglar las caries, cerró la experiencia con una buena impresión.