Sin eufemismos ni metáforas. De frente y directo al hueso, fiel a su estilo. Así habló Ernestina Pais con la revista Paparazzi sobre sus problemas de salud en el mes de marzo, días antes de debutar en la conducción de Desayuno Americano.
Tan sólo tres meses después de su desembarco en América, Ernestina rescindió su contrato y no continuará al frente del ciclo matinal. ¿El motivo? Según pudo saber Ciudad.com, la conductora sufre ataques de pánico y su psiquiatra le recomendó reposo.
"No salía de mi cuarto, no atendía el teléfono, dejaba a mi novio plantado y demás… Al año de estar así, decidí consultar a un psiquiatra".
Precisamente, en esa nota con la revista que dirige Luis Ventura, Pais se refirió a la depresión que atravesó. A continuación, algunos de los fragmentos más sobresalientes:
- “Forcé mi cuerpo hasta que no pudo más. En ese momento estaba haciendo CQC y la radio, y no quería estar donde estaba en la vida. Al principio, pensaba que se me iba a pasar rápido, pero no se pasaba. No salía de mi cuarto, no atendía el teléfono, dejaba a mi novio plantado y demás… Al año de estar así, decidí consultar a un psiquiatra”.
- “Me hicieron una serie de estudios y me dijeron que tenía una alteración química. Por suerte, no tuve necesidad de mucha medicación, salvo para poder salir en un primer momento. No tolero que me controlen, entonces mi psiquiatra me decía que lo llame cuando quiera, porque sabía que si me citaba, no iba. El tipo me supo llevar y fui saliendo. Básicamente lo logré con el año de descanso que me tomé durante 2012, que me permitió equilibrarme físicamente, y con el cariño de los afectos. Aprendí una lección muy grande: que cuando estás triste hay que decir ‘esta semana no puedo’. No agarrar trabajos porque es tu momento…”.
"Me hicieron una serie de estudios y me dijeron que tenía una alteración química. Por suerte, no tuve necesidad de mucha medicación".
El papel de su novio, Nicolás Pinto: “Como estaba deprimida, tenía ataques de pánico grosos, me citaba en un lugar para festejar el cumple, eran las seis de la mañana, yo no había aparecido y se venía a tocarme el timbre. De esas se bancó miles, y se angustiaba al punto que un día creyó que me había muerto”.
- “Durante el tiempo de la depresión, Nico se convirtió en mi enfermero, no mi novio. Conoció a una mina brillante, divina y, de golpe, tenía otra mujer. Todo el año que no trabajé me volví hincha pelotas, me convertí en una persona muy demandante. Cuando pasás todo lo que vivimos nosotros la relación entra en ciertos vicios. Uno está con alguien porque lo admira, y todo ese tiempo deprimida no era una persona muy admirable. Cuando en una relación uno empieza a ser el enfermero del otro, tiene cierta autoridad porque yo necesitaba asistencia, y cuando estuve bien, lo saqué cagando.
"Me di cuenta que en el momento de la depresión estaba ansiosa por un hijo porque pensaba que eso me iba a sacar del pozo".
- “Tuve que ponerle límites a mi mamá, que me llamaba doscientos veces por día, y hasta mi ex marido me reclamaba cosas de Benicio de las que ya me había ocupado. Cuando te curás tenés que mostrar a todos los demás cómo tratarte”.
Sus ganas de ser madre: “Me di cuenta que en el momento de la depresión estaba ansiosa por un hijo porque pensaba que eso me iba a sacar del pozo. Ahora, todo tiene que volver a acomodarse, mi novio todavía no me cree determinadas cosas, y todo el tiempo piensa que me voy a volver loca de nuevo”.
Declaraciones fuertes que, al calor de los hechos de estos días, toman otra dimensión.