"Crecí en un ambiente en donde la caza era normal. Si alguien se sintió ofendido con las imágenes pido disculpas. Es un deporte que practiqué", decía el primer descargo que Matías Garfunkel (41) publicó en Twitter, y a las pocas horas de emitirlo lo eliminó.
Sin embargo, y tras el pedido de disculpas de Victoria Vannucci (33) en diferentes programas del espectáculo, el millonario decidió expresar en una carta su pensamiento tras las fotos filtradas, en la que está cazando animales, y hacer mención al delicado momento personal de su mujer, quien confesó haber sufrido violencia física y verbal por parte de su padre, Raúl, durante su niñez y adolescencia.
"Como muchas otras personas, me crié en un ambiente en donde la caza deportiva era un deporte habitual. Mirándolo en forma retrospectiva, me di cuenta que ocasioné muchos daños en el camino, y una vez más pido disculpas".
"Cuando nos encontramos en el medio de una tormenta, hay quienes de buena leche te aconsejan: 'Que todo se calme y después decís tu punto de vista'. También están aquellas personas que te aconsejan: 'Salí y contá tu verdad'. Si me llamé a silencio durante estos días fue precisamente para madurar una respuesta seria, sentida y pensada.
Lo primero que quiero hacer es pedir disculpas a toda aquella persona que se haya sentido ofendida por las fotos que se viralizaron desde una cuenta de Twitter que está denunciada en la Justicia, en el marco de la causa por amenazas y violaciones sobre nuestra intimidad, que data de agosto de 2015 y no de diciembre de 2015, como publicaron algunos medios. Quiero pedirle disculpas a mi mujer y a mis hijos.
Como muchas otras personas, me crié en un ambiente en donde la caza deportiva era un deporte habitual. Mirándolo en forma retrospectiva, me di cuenta que ocasioné muchos daños en el camino, y una vez más pido disculpas.
Para finalizar, sé que mi mujer está pasando un momento doloroso con su familia. Un golpeador siempre va a ser un golpeador. Así como yo pido disculpas por haber practicado caza deportiva en su momento, todos aquellos niños que han sido abusados o golpeados por sus padres, merecen que también se les pida perdón. Soy lo suficientemente afortunado de tener una gran mujer a mi lado. Lamentablemente está viviendo cosas que no forman parte de su pelea.
En la vida, las etapas se cierran. Este es mi cierre a un círculo perverso que comenzó cuando regresé a la Argentina con intenciones nobles. En el camino me encontré con demasiados cretinos y mucha oscuridad. Ojalá este descargo no sea mal interpretado y ayude a darnos cuenta quiénes son aquellos mafiosos que día a día tienen el poder de arruinar nuestras vidas.
Una vez más pido perdón por haber herido los sentimientos de todo aquel que respeta la vida animal. Aprendí. Hoy no soy el mismo de hace seis años. Hoy tengo otros valores y no lo volvería a hacer".
