No existe mujer más carismática que Susana Giménez, y lo ha demostrado a lo largo de su carrera. Pero en esta oportunidad, la actriz logra demostrar en Piel de Judas, que detrás de esa mujer hay mucho más que una personalidad angelada.
La comedia, que se presenta de jueves a domingo en el teatro Lola Membrives, está basada en su protagónico, y le permite exhibir todas sus herramientas como actriz y comediante. Los espectadores no dejan de festejarle cada mueca, desde el inicio al fin. Sin dudas, hay que agradecerle a Gustavo Yankelevich, su productor, que la haya convencido de regresar a las tablas.
Otro de los grandes aciertos del proyecto es la elección de Arturo Puig como director de la pieza. El actor viene demostrando con Le Prenom o Lluvia de Plata, que es un gran alquimista que identifica las cualidades de cada intérprete. De esta manera, logra que se luzcan todos: Antonio Grimau (protagonista masculino), Mónica Antonópulus (contrafigura femenina), y David Masajnik, Alberto Fernández de Rosa, Marcelo Serre y Goly Turilli (en papeles secundarios), que no pasan para nada desapercibidos.
El trabajo de Puig es fundamental, especialmente con Giménez, porque Arturo pulió cada detalle para que el público se reencuentre con la actriz; y no con la mujer y su avasallante personalidad. Y sin dudas, no fue una tarea sencilla.
Susana parece no haber dejado el teatro hace 25 años, porque exhibe una seguridad impresionante en escena. Con astucia, decodifica las reacciones del público y sabe esperar la risa, el aplauso o la emoción. Susana desparrama oficio y talento.
Por otro lado, la polémica por el costo de las entradas ya quedó muy atrás. El éxito de la pieza lo marcó el público, ya que los tickets vuelan de la boletería con diez días de anticipación. Y este fenómeno no es habitual, por eso se perfila como el “suceso” del año, encabezando el ranking elaborado por la Asociación Argentina de Empresarios Teatrales desde su estreno.
El placer que provoca cada peso de la entrada hace que todos estos detalles queden atrás. Susana vale eso y mucho más.