Jamás imaginó que un día, mientras estaba en su casa, el destino iba a sorprenderlo de tal forma. Y es que Josua Hutagalung, de 33 años, trabajaba en su hogar, ubicado en el pueblo de Kolang, Sumatra, Indonesia, cuando de repente algo impactó en la propiedad.
El hombre cortaba distintos pedazos de madera para darle forma a uno de los tantos de ataúdes que fabrica cada semana. "No es un gran trabajo, apenas me permite cubrir mis gastos", admitió Josua. Fue entonces cuando un fuerte estruendo sorprendió a todo el barrio.
Cuando el joven fue a ver qué había ocurrido, encontró un agujero del tamaño de una pelota de fútbol en el techo de su casa. Luego vio enterrada en el jardín una enorme piedra oscura, que estaba muy caliente y era claramente la causante de la rotura en su vivienda.
Sin embargo, no todo fue tan malo, pues tiempo después descubrió que el fragmento del meteorito era sumamente valioso. Ganó por él casi 2 millones de dólares.
“Estaba trabajando en un ataúd, cerca de la calle, frente a mi casa, cuando escuché un ruido que hizo temblar mi hogar. Fue como si un árbol nos hubiera caído encima. Estaba demasiado caliente para recogerlo, así que mi esposa lo sacó con una azada y lo llevamos adentro", contó el hombre al portal The Sun.
Tras descubrir lo que había caído en su hogar, decidió venderlo a un coleccionista estadunidense, recibiendo una cantidad de dinero muy generosa, lo que para él representa 30 años de trabajo. Dinero que ocupara para jubilarse, reparar su casa y construir una iglesia para la comunidad.