Ben Dixon, cirujano oncólogo de Melbourne, Australia, se apoyó de la tecnología robótica para quitar un tumor maligno a una niña de seis años, llamada Freja Christiansen, luego que le detectaran en el 2016 sarcoma de células claras, un raro tipo de cáncer.
Su diagnóstico empeoró cuando se supo que su tumor era inoperable, lo que redujo las opciones de la familia, más no su esperanza de combatir el terrible mal.
La madre de Freja, Liz, vio una opción tangible con los cirujanos Dixon y Matthew Magarey, quienes estaban muy cerca de su residencia. Ellos le hablaron de una máquina llamada Da Vinci, que opera con un pequeño brazo robótico.
“Su tumor estaba entre una arteria principal y la base de su cráneo. Eso hacía imposible que pudiesen operarla. La opción principal fue comenzar la inmunoterapia dirigida. Nunca me rendí y seguimos buscando ayuda médica. Ellos fueron nuestra salvación”, relató Liz para los medios australianos.
Durante la primera cirugía los doctores eliminaron parte del tumor maligno, y en otra intervención quirúrgica se programó extirpar la porción más grande que quedaba en la cabeza de Freja.
“Creo que nunca perdimos las esperanzas. Alguien debía ayudarnos con el problema y así fue. No hay suficientes palabras de agradecimiento para los doctores Dixon y Magarey. Ellos nos dieron otra oportunidad como familia”, confesó Liz.
Freyja quedó registrada como uno de los casos más agresivos de cáncer en jóvenes. Después de lo que parecieron interminables semanas en el hospital, pudo salir del recinto y dirigirse a casa.
De momento continuará con su tratamiento de inmunoterapia en Melbourne, como medida adicional. Su madre sigue con actitud positiva, y sus cirujanos confían en que su paciente continuará mejorando.