Algunos lo llaman blush o rubor y se ha convertido en uno de los principales aliados para la belleza de la mujer, dado que le aportan un toque de color al rostro. De hecho, para algunos expertos no existe el maquillaje perfecto si no se incluye este importante producto.
Sin embargo, existe infinidad de tipos de blush, por lo que se debe conocer desde los colores, las texturas y hasta las formas de aplicación adecuadas para cada tipo de piel y en función a ello escoger el que mejor convenga según nuestras características.
Tonos
Existen una larga paleta de colores para los blush que se debe usar según el tono de la piel. Por eso a las morochas, por ejemplo, les va mejor llevando tonos más rojos, bronces, marrones o cobrizos.
A quienes tienen las pieles claras lo ideal es que lleven tonos más rosas, lilas, y hasta el rojo carmesí. Mientras que aquellas de pieles intermedias (que no son morenas ni claras) se les aconseja tonos más naranjas, terracotas o cobrizos.
Texturas
Estos blush vienen en polvo, gel, cushion, líquidos, tipo contouring y hasta tipo laca. Aquí el gusto si dependerá de la personalidad de cada quien. Sin embargo, el polvo sigue siendo entre todos estos el que sigue gozando de mayor popularidad a nivel mundial.
Además, esta variedad de presentaciones también permiten que se le puedan dar otros usos. Por ejemplo, los blush en barra o los líquidos también son recomendables para pintar los labios y hasta para aplicar como sombra en los ojos.
Además, ambas presentaciones son mucho más prácticas a la hora de llevarlos en la cartera y también ayudan a su aplicación cuando se tienen sobre todo largas jornadas de trabajo o de estudios.