Después de vivir en una inmensa casa llena de recovecos con pileta en la comunidad de Malibu Hills, en la que estaba con su madre y sus tres hijos, la actriz estadounidense Sally Field se mudó a una pequeña casa en la ciudad de Los Ángeles, para finalmente radicarse en Nueva York.
El cambio residencial se debió básicamente a que Field consideró que su casa era muy grande, después de que sus descendientes se independizaran y su madre Margaret falleciera. Además, la vivienda estaba cargada de un sinnúmero de adornos que la obligaban a mantener en orden y limpios.
La nueva morada de Field es cómoda. Solo cuenta con dos habitaciones y un dormitorio para huéspedes, y está ubicada en la comunidad de Pacific Palisades en la ciudad de Los Ángeles.
Algo particular en la casa es que cuenta con muy pocos enseres, lo necesario. En los espacios se observan algunos muebles rústicos, acompañados de unos jarrones con flores plásticas y un pequeño patio, pero sin pileta. .
En su nuevo hábitat Field desarrolla su propio horario de trabajo y quehaceres diarios, sin mayores preocupaciones.
En la época en la que la actriz estaba cuidando a su madre, quien murió de cáncer, acordó con su mejor amiga, la directora de televisión estadounidense Tricia Brock, comprar un departamento en la ciudad de Nueva York e ir al teatro juntas.
La primera en cumplir la promesa fue Brock, luego cuando Margaret murió, su hija adquirió un inmueble. Las mujeres se mudaron a la llamada Gran Manzana y al menos una vez al mes van juntas a disfrutar de una obra de teatro.
Pero Sally Field no deja de hacer lo que le gusta. En sus ratos libres trabaja en la realización de proyectos de las cosas que le apasionan.
Además, no deja su papel de cuidadora porque eventualmente se encarga de uno de sus cinco nietos cuando lo acompaña a algún recital o se queda con él en su casa.