El destino quiso que uno de los días más felices también se transforme en uno de los más traumáticos. Todo, por una foto.
Una pareja norteamericana celebraba su boda en un hotel de Laguna Beach, California, cuando decidió retratarse sobre una roca frente al mar. Algo lógico, dada la dicha de los recién casados y el deseo de inmortalizar el momento.
Sin embargo, entre tanta alegría nunca imaginaron lo que podía suceder. Más atenta a sacar su mejor sonrisa, que a tomar los recaudos necesarios, la pareja nunca se percató que una enorme ola se acercaba peligrosamente.
Pese a los gritos de algunos testigos que notaron la amenaza, los novios continuaron con su posado. ¿El resultado? Para espanto de sus invitados, los novios terminaron siendo arrastrados por el agua y mar adentro para desesperación de todos.
Finalmente y por fortuna, un grupo de rescate próximo a la zona se movilizó rápidamente y logró sacar a la pareja del agua ilesa. Muchos culparon tanto a los novios como al fotógrafo, ya que el servicio meteorológico había advertido por fuertes marejadas en la zona.