Su separación fue difícil y estuvo teñida de escándalo. Hoy, Pampita (40) mantiene una buena relación con Benjamín Vicuña por el bien de los hijos que tienen en común: Benicio, Bautista y Beltrán. Lograron la armonía necesaria para que los niños puedan vivir una infancia feliz, alejados de los conflictos que mantienen los adultos.
Claramente, la rutina de Pampita dio un giro de 180 grados cuando se separó del actor. Ahora, sus hijos están de aquí para allá. Un poco en su casa y otro poco en la del chileno. Si bien está acostumbrada, todo cambia cuando se acercan los últimos días del año.
Al igual que a muchas mujeres separadas, a la modelo le cuesta estar lejos de sus niños en Navidad o Año Nuevo. "En la fecha que me faltan los chicos, cualquiera de las dos, siento un vacío tremendo. Me falta una parte del cuerpo. No se puede hacer nada, vamos cambiando. Y bueno... es así. La celebración que me toca sin los chicos me la paso llorando, descontrolada", reveló la modelo en Podemos Hablar (PH), y detalló: "Para colmo, la paso en casa de amigas con sus hijos. Mientras todos están abriendo los regalos, yo suelo estar tratando de hablar por teléfono. Este año, todavía no sé que me toca. Hay que ver".
¡Qué difícil!