Cuando se habla de la palta se tiende a dudar si se trata de una fruta o un vegetal. La verdad es que pertenece al grupo de las frutas, se emplea para resaltar y enriquecer el sabor de muchos alimentos.
Hay que tener en cuenta que la palta es un árbol con fruto comestible que pertenece a la familia Lauraceae, una de las más antiguas entre las plantas con flores. Además existen alrededor de tres mil especies en el mundo, que varían en cuanto a tamaño, forma, color, sabor y textura.
Este fruto originario de los bosques nublados de Mesoamérica era muy consumido por los antiguos Aztecas e Incas, quienes lo llamaban “aguacatl” que quiere decir testículos.
Cabe destacar que este regalo de la naturaleza se destaca por su contenido de grasa saludable y por esta razón es un alimento de gran valor energético, que ayuda a bajar los niveles de colesterol en sangre, así como los niveles de lipoproteínas de baja densidad.
Asimismo contiene muchos minerales que regulan las funciones del organismo, a la vez que estimula el crecimiento. Su alto valor en potasio favorece a los músculos, el corazón y la presión sanguínea.
Otra ventaja es su fácil digestión, cualidad indispensable para las personas mayores y los niños. La palta es clasificada por algunos nutricionistas como un superalimento, porque ayuda a prevenir y a tratar diversas enfermedades; no obstante es ideal para quienes llevan una dieta vegetariana.
Tras algunas investigaciones realizadas se pudo constatar que una de las propiedades más destacadas de esta fruta es su enorme riqueza proteínica, pues se calcula que media palta aporta al organismo cuatro veces más proteínas que un trozo de carne de cerdo de igual tamaño.
De igual manera este rico alimento puede sustituir productos como la manteca, crema de leche o queso crema. En salsas, sopas y ensaladas siempre resulta delicioso.
Valor nutritivo: fibra, ácido pantoténico, vitamina B6, cobre, potasio, vitamina E, grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas.