Un extraño caso médico está poniendo de cabeza la vida de una pareja en Brasil, que pide ayuda para su hijo Matheus Fetter, un pequeño de 10 años que mide 1.30 metros de estatura y pesa ya 195 kilos de peso.
El niño, además, necesita una cirugía para reducir su estómago con urgencia para mejorar su calidad de vida. “Nunca jugó al fútbol ni corrió, no hace nada de lo que hace un nene de su edad”, admite la familia.
Fetter comenzó a caminar recién a los dos años, aunque ahora sufre lesiones en los pies debido a la obesidad, además de apnea y y de que su audición se haya deteriorado. Si Matheus no es operado a la brevedad, hasta podría perder la vida, comenta su joven madre de 27 años, Gabriela Fetter.
A pesar de que Matheus es atendido por un médico endocrinólogo del Hospital Infantil Joana Gusmão, en Florianópolis, su caso sigue siendo un misterio para la medicina, pues ha arrojado negativo en todas la pruebas de síndromes que generan obesidad. Los padres de Matheus han intentado de todo, incluso estudios en el extranjero, pero ningún médico ha sido capaz de dar un diagnóstico acertado.
“Fueron diez años de lucha para saber lo que, de hecho, tiene mi hijo. Fuimos a varios especialistas en endocrinología, psicólogos, terapeutas y nutricionistas, pero nadie puede averiguarlo. Ya no hay ni siquiera pruebas posibles que realizar", contó su madre.
Gabriela y Jarbas Rosa, de 33 años, tienen otros dos hijos más chicos, los cuales no manifestaron ningún problema de obesidad. El hijo mediano, de tres años, pesa 10 kilos. A su edad, Matheus ya pesaba más de 40 kilos.