Un videoclip que difundió la organización internacional Mensajeros Urbanos, a través de YouTube, destacó un día en la vida de una persona en situación de calle, como ocurrió con Juan Carlos, oriundo de Ciudad de México, quien desde hace muchos años no posee un techo seguro donde establecerse.
El día de la grabación secreta fue relevante, debido a que Juan Carlos festejaba su cumpleaños. Pero, qué tanto se puede celebrar cuando personas como él sólo intentan -a su manera- hallar el modo de salir de ese oscuro mundo, ante la mirada insensible de nuestra sociedad actual.
Así, los chicos de Mensajeros Urbanos se propusieron hacerle pequeñas sorpresas en esa fecha única. Ciertamente no cambiaron su vida, pero ayudaron a recordarle que todavía existen personas que sienten aprecio real por sus iguales, sin importar su condición física, mental o social.
La mañana de Juan Carlos inició con una pequeña galleta de la fortuna que le brindó un desconocido. En ella salió impresa esta frase: “Hoy tu día estará lleno de muchas sorpresas”. Más tarde, al cumpleañero le llegó su almuerzo: una pizza entregada de manera “espontánea” por un transeúnte.
Un tercero le obsequió un globo de cumpleaños, y una cuarta persona le dio una carretilla, diciéndole que después de usarla para una mudanza, no le iba a servir. Él la tomó con gusto, ya que había perdido una similar, que usaba para trasladar sus pocas pertenencias consigo.
El último regalo fue una campera para que no tuviese tanto frío por las noches, y ya para cerrar, los organizadores de los obsequios le cantaron el Feliz Cumpleaños con una suculenta torta, que lo hizo llorar de emoción. Lo que nunca sospecharon es que Juan Carlos, así como recibía, no paraba de entregar.
El dinero que obtuvo de un individuo, lo compartió con otra persona minusválida. El globo de cumpleaños se lo regaló a una niña que pasó frente a él. Y a otras personas que necesitaban de su ayuda, se las ofrecía sin pedir a cambio.
De eso se trata todo, de hacer el bien sin prejuicios. Tal vez así, cumpliendo esa simple pero poderosa norma, el mundo sería un lugar más tranquilo y cálido donde vivir.