Lo que comenzó con un festín terminó en un momento bastante surrealista para una ardilla. Y es que el roedor, luego de acercarse a una residencia ubicada en Inver Grove Heights (Minesota, Estados Unidos) ingirió unas peras y terminó borracha.
Kathleen Morlok, la dueña de casa, habían dejado el plato para un cerdo doméstico, sin saber que la fruta estaba fermentada. Su sorpresa fue grande al notar que el finalmente fue el roedor quien se había comido el manjar y, otra vez cerca del plato, mostraba claros signos de embriaguez.
Y es que la pobre ardilla no solo parecía tambalearse, sino que también se quedaba como “embobada” y mirando fijamente al cielo, aunque nunca desistió de su manjar y siguió comiendo. El video del momento acumuló miles de reproducciones.
Morlok contó a Daily Mail que aquel día estaba limpiando su refrigerador cuando encontró una bolsa muy vieja de peras. En vez de tirarlas, afirmó, dejó dos en la terraza para su cerdo, Hamlet.
Sin embargo, la mascota se comió solo una y dejó la otra. La ardilla aprovechó la ocasión, agarró el fruto y huyó con el trofeo a los árboles.
Al notar la alegría del roedor, la mujer decidió dejarle el resto de las viejas peras, aunque cuando la ardilla regresó más tarde a Morlok le pareció que el animal se comportaba de una forma “muy rara”. “Seguía recostándose mientras comía. Fue entonces cuando se me ocurrió que las peras debieron de haber fermentado en el fondo de la nevera", comentó la mujer.
Kathleen tiró a la basura el resto de las peras y pasó toda la noche preocupada por la ardilla. Pero por suerte, al día siguiente el animal retornó para un “desayuno post resaca” y se mostró en apariencia recuperado de su borrachera.
Fuente: RT en español.