La naturaleza siempre sorprende y en esta ocasión lo hizo con una especie de araña que parece haber salido de una historia de terror. Los científicos la conocen como la araña Pelicano y detrás de su aspecto espeluznante figura una agresividad que la convierte en una especie que temer.
Su aparición se conoció por primera vez en 1854 cuando un grupo de especialistas hallaron a un ejemplar atrapado en una roca, pero 30 años más tarde se lograron encontrar vivas varias de estas arañas en Madagascar.
Tras ser estudiada, se descubrió que la araña Pelicano pertenece a la familia 'Archaeidae'. Físicamente no es nada atractiva, ya que cuenta con un cuello largo que le sirve de caparazón y con dos pinzas en la boca que se asemejan al pico del pelicano.
La experta Hannah Wood, del Instituto Smithsoniano, tiene tiempo estudiando a esta sorprendente araña y gracias a sus ensayos descubrió que existen al menos 18 especies de este arácnido, que pertenece a las familias ‘Eriauchenius' y 'Madagascarchaea'.
El hallazgo determinó que todas las especies tienen la misma forma y lo que varía es el tamaño de las mandíbulas, el número de espinas y algunos de los patrones que se definen en sus abdómenes.
La araña Pelicano tiene un tamaño que varía entre 2 y 8 milímetros de longitud y destaca por la extraña metodología que aplica para cazar. A diferencia de las otras especies, no realiza telarañas para atrapar a sus víctimas, su dinámica se trata de localizar e ingresar a telarañas ajenas, donde simula las vibraciones de un insecto en apuros para la llamar la atención de la otra araña, quien al acercarse a investigar es atacada y devorada.
Por ahora no se conocen más detalles de su comportamiento porque viven en zonas muy remotas e inaccesibles que evitan realizar estudios más profundos.