Las creaciones de Angelys Balek recorren el mundo a través del Instagram. Cada vez que una de las niñas consentidas de las redes sociales viaja hacia un lugar lejano, lleva en la maleta una malla de la diseñadora.
Para ella, que nunca había gozado del beneplácito de Internet, esta generación de chicas Instagram constituye una gran y novedosa base de seguidoras. “Ver a estas mujeres, cómo reflejan su personalidad a través de mis diseños e inspiran a comprarlos al resto de consumidores, es como arte en movimiento”, expresó Balek desde su casa de Bangkok. “Es como si un cuadro o una escultura saliera del museo para que la viera todo el mundo”, agregó.
Aunque esta nueva exposición digital le generó beneficios al instante, Balek no es ninguna advenediza. Estudió pintura en el College of Fashion de Londres para después continuar su formación en el Fashion Institute of Technology y, más tarde, lanzar su colección debut en 2013.
Desde entonces aplicó sus dotes en múltiples categorías, hizo una línea de prêt-à-porter cuyas referencias homenajean a la tradición tailandesa y al amor al viaje. Desde la paleta cromática y los esquemas hasta las estructuras y las texturas, pasando por los intrincados detalles de los estampados, todo está hecho a mano.
Balek tuvo su primera incursión en el territorio de las alfombras rojas el año pasado, cuando Chrissy Teigen lució uno de sus seductores vestidos dorados en el evento City Harvest’s Annual Evening of Practical Magic que se celebró en abril. También, la actriz y modelo tailandesa Praya Lundberg llevó otra versión de este mismo look en los Premios CFDA de junio.
Esta difusión entre las altas esferas le permitió llegar a un público totalmente nuevo al tiempo que la obliga a subir el listón para futuros proyectos. Para empezar, comprometerse con la confección artesana en tiempos de la moda rápida.