Muchos recordarán a Angelina Jolie por su interpretación de personajes memorables en las películas de Hollywood. Esta versátil actriz también es noticia permanente por su vida personal y su apoyo a las causas sociales.
Gracias a su personalidad y algunas de sus opiniones tiene un gran porcentaje de detractores, pero también sorprende con sus buenas acciones. ¿Qué es lo mejor y lo peor de ella?
A su favor está su postura abierta, transparente y rebelde pero con inteligencia. Cuando quiere puede encandilar a medio mundo, posando con mirada provocativa y mostrando su tatuada piel con una sensualidad y un erotismo incomparable.
Un elemento distintivo de su rostro son sus labios y sus ojos, que según defiende son naturales, nada le debe a la cirugía estética. Además destaca su capacidad de transformación, haciendo cambios de look radicales, pero siempre llamativos. Es camaleónica, posmoderna y siempre sabe captar la atención.
De su capacidad interpretativa nadie duda: es como un ciclón en pantalla, arrasando con personajes radicales, plenos de energía en los que se mete de lleno. Al igual que de su genuino compromiso con las causas sociales. Para ello, destina gran parte de su fortuna, es embajadora de la ONU y visita regularmente lugares del mundo en conflicto. Es reconocida por ayudar a países desfavorecidos, adoptando hijos y utilizando su fama para dar a conocer el lado más tercermundista de muchos rincones del planeta.
Angelina Jolie ha enfrentado muchos problemas por su tendencia al exceso, coqueteando con las drogas de forma abierta. Además de protagonizar capítulos incesto con su hermano poco clarificados y de propugnar abiertamente sus gustos sexuales por el sadomasoquismo.
La línea que separa su vida privada y el espectáculo es muy delgada. A pesar de ser una figura pública, le molesta que la fotografíen con sus hijos. A veces se muestra como una actriz con ínfulas de grandeza, pero su carrera está inundada de fracasos cinematográficos. Por tanto, cuando se alcanza cierto prestigio es peligroso unirse a proyectos que no son de buena calidad.