Con la aparición del príncipe Harry en el autobús descapotable de James Corden, el mundo respiró aliviado pensando que él y Meghan estaban felices en su nueva vida en California. El príncipe le contó al presentador británico parte de los motivos por los que decidieron dar un paso atrás en la familia real y trasladarse a Estados Unidos.
Lejos de una prensa que parece que hizo la vida imposible a los Sussex e independizados económicamente de la Corona, emprenden una nueva vida en la que buena parte de lo que les suceda dependerá únicamente de ellos.
La distendida charla en The Late Late Show tuvo lugar dos semanas antes (aunque se emitió una después) del comunicado publicado por Buckingham en el que confirmaba los términos de la salida de los Sussex de la familia real británica.
Casi al mismo tiempo en el que recibían las duras noticias de Londres, Harry y Meghan grababan con Oprah Winfrey en su casa de Montecito la entrevista que el próximo domingo en horario de máxima audiencia (en Estados Unidos).
Sabemos que grabarán podcast para Spotify y producirán programas para Netfix. Son las bases financieras de su nueva vida en Hollywood.
Forbes ha calculado cuánto tienen y lo que estos y otros proyectos supondrá para los bolsillos de los Sussex, absolutamente incomparable con el patrimonio neto de la reina Isabel II de 500 millones de euros, según los últimos datos de Forbes.
En la actualidad Meghan y Harry dispondrían de unos ahorros de 5 millones de dólares, 1,5 millones menos de lo que gastaron en 2018 a cuenta de la familia real, cuando la pareja se casó.
Su financiación entonces provenía del Ducado de Cornualles del príncipe Carlos y una mínima parte, un 5% de la Subvención Soberana, la fórmula por la que el gobierno cubre parte de los gastos de la familia real británica y sus palacios.
De ahí salieron los tres millones de euros para las obras de Frogmore House, la casa de los Sussex en Reino Unido, que Meghan y Harry devolvieron en septiembre del año pasado de manera voluntaria.
Forbes hace unas cuentas muy claras. Harry heredó diez millones de su madre, la princesa Diana. Meghan, aportó dos millones al patrimonio familiar acumulados durante su etapa como actriz.
Al llegar a California, se compraron su casa de Montecito por 14,7 millones de dólares de los que pagaron 5 e hipotecaron 10. Restados los 3 millones de Frogmore House, según Forbes, disponen de 5 millones en la actualidad. Porque, según la misma publicación, Harry no era beneficiario de la fortuna de 100 millones de su bisabuela, la Reina Madre.
A partir de ahora, a los duques les falta sumar. La publicación calcula que los podcasts que realizarán con Spotify a través de Archewell Audio durante tres años podrían reportarles entre 15 y 18 millones de dólares, según fuentes de la industria. Esto es, 3,5 millones después de impuestos.
La mayor fuente de ingresos provendría, sin embargo, del contrato por cinco años y 100 millones firmado con Netflix para producir documentales, docuseries, largometrajes y programas infantiles. En ninguno de los dos casos se sabe si Meghan y Harry han recibido algún tipo de anticipo.
Con la pandemia quedó en suspenso la serie de salud mental que el príncipe Harry y Oprah Winfrey, como productores ejecutivos, anunciaron para Apple TV +. Lo mismo ocurrió con las charlas que el príncipe había comenzado a dar. Por la primera, para JP Morgan en febrero de 2020, se cree que recibió 1 millón de dólares.
En junio del año pasado, Meghan y Harry contrataron a la agencia Harry Walker, la misma que representa a los Obama y los Clinton, para continuar con su proyecto de conferencias. Lo más inmediato, la entrevista con Oprah, estamos a punto de verlo.
Fuente: revistavanityfair.es