Durante varias semanas, estuvo en boca de todos por el escándalo . Decidida a bajar el perfil mediático, la vedette se corrió de las luces de los reflectores y apostó por una “nueva” vida.
"Vicky llegó a las 2 de la mañana, escoltada por cuatro patovicas. Se midió un montón de zapatillas en distintos locales, sentada en el piso y no compró nada. Los vendedores se enojaron porque al final no se llevó nada", contó una fuente.
Lejos del ojo público, ahora la pulposa rubia toma clases de tela y acrobacia, hace un curso en el Tiro Federal Argentino para descargar tensiones, y todas las semanas hace terapia de diván. Pero Vicky también aprovecha para realizar excursiones de shopping por la madrugada.
La revista Pronto encontró in fraganti a la vedette de compras en La Salada de Ramos Mejía. El predio llamado Punta Mogote abre solo por la madrugada y sus pasillos se abarrotan de la cantidad de gente que acude en búsqueda de buenos precios. “Vicky llegó a las 2 de la mañana, escoltada por cuatro patovicas de una facción de la barra de Boca Juniors. Se midió un montón de zapatillas en distintos locales, sentada en el piso y no compró nada. Los vendedores se enojaron porque se medía, pedía de todo y al final no se llevó nada”, reveló una fuente a la publicación.