Con el trágico saldo que dejó la fiesta electrónica Time Warp, tras la muerte de 5 jóvenes de entre 20 y 25 años (más otros 4 internados en estado crítico) por el consumo de drogas, en todos los medios se habló de lo sucedido en el evento de Costa Salguero. Y aparecieron varios testimonios, de familiares y amigos de las víctimas del consumo de estas sustancias, y de testigos que estuvieron en el show. Entre ellos, se destacó la palabra de Muriel Mazzeo, una joven de 19 años que estuvo presente esa noche en la fiesta. Luego de ir el domingo a Ponele la firma, el lunes la chica fue invitada a Este es el Show. Pero antes de comenzar a hablar, quebró en llanto en vivo tras recibir amenazadas en su celular.
"Alguien mandó mi número, mi dirección y mis datos y están dando vueltas por las redes sociales. Dicen que si me ven me cagan a trompadas. Son chicas que estuvieron en la fiesta, calculo. Un montón de gente me hizo llamados y me mandaron mensajes diciéndome 'dejá de hablar que te mato' o 'dejá de decir mentiras'".
Muriel contó que estaba recibiendo insultos y agresiones de los fanáticos de este tipo de fiestas: "No dije nada malo, dije lo que viví. No entiendo que es lo tan trágico… Me dicen que los papás los están retando y que les dicen que no vayan más a esas fiestas. Yo fui, viví el momento y a mí también me gusta esa música. Voy a pasarla bien como todos ellos. Que no me drogue no significa que…", contó, mientras el llanto no la dejaba hablar.
Mientras José María Listorti buscaba contenerla, la joven explicó quiénes y cómo la amenazaban: "Alguien mandó mi número, mi dirección y mis datos y están dando vueltas por las redes sociales. Dicen que si me ven, me cagan a trompadas. Son chicas que estuvieron en la fiesta, calculo. Un montón de gente me hizo llamados y me mandaron mensajes diciéndome 'dejá de hablar que te mato' o 'dejá de decir mentiras'", relató.
Luego, más tranquila, leyó algunos de los repudiables mensajes de texto y de WhatsApp que había recibido, como por ejemplo "ey, conejita de Indias, la próxima que te tiren falopa tomate un par de saques, a ver si te dejás de comer que la grasa te está dejando sin oxígeno el cerebro".
Sobre la fatídica noche, la joven contó que desde el principio hubo falencias en la organización: "Pasé la entrada en el molinete, no me palparon y no me pidieron DNI. Es raro porque en otras fiestas siempre lo hacen. Ni a mí, ni a mi novio, ni a sus amigos nos palparon", contó. Mientras que sobre las versiones cruzadas sobre cuántas personas habían asistido al evento, la chica aseguró que "al principio estaba normal, te podías mover y bailar tranquila", pero al pasar las horas "se fue llenando".
Además, recalcó que ella no era amiga de ninguno de los chicos fallecidos, que no tenía relación con los organizadores del evento y que el consumo de drogas sintéticas es común en este tipo de fiestas: "Siempre aparece un dealer que te dice 'te veo tranquila, ¿querés una 'pasti' para subirla?'. Y si vos le decís que no, se van y no te molestan", contó.