Sebastián Estevanez habló por primera vez del accidente que le cambió la vida: "Solo agradecí que mi familia no estaba cerca"
El actor recordó el susto que vivió en la intimidad de su casa y reveló cómo le afectó el episodio. Su palabra.
A casi dos meses del tremendo susto que vivió Sebastián Estevanez al intentar prender el hogar de su casa con alcohol (y que tras dos intentos fallidos le explotó el bidón en provocándole serias quemaduras en las manos y el rostro), el actor habló cómo impactó ese episodio en su vida.
"Me confié, cometí un error. Estaba tratando de prender un quebracho que tenía en la chimenea, en el living. Al hogar lo tengo a un metro de altura. Le había puesto bastante papel de diario, lo prendía y se me apagaba. Así me pasó dos o tres veces. Y la cuarta vez, que yo pensé que estaba apagado, le tiré un chorrito de alcohol que tenía en casa un bidón de un litro, por la mitad y se empezó a prender fuego todo”, comenzó diciendo Sebastián en diálogo con Clarin.com.
“Mi mujer (Ivana Saccani) y mi hija Francesca escucharon el ruido, fueron para el living y vieron que se estaba incendiando todo. El sweater, la campera, una alfombra... Lo apagaron como pudieron y ni sabían lo que me había pasado a mí o dónde estaba. Yo estaba con la crema fría, en el baño. Cuando salgo habían pasado 5 o 7 minutos, tenía toda la cara roja, todo quemado. Nadie entendía nada. Y ahí le dije a mi mujer ‘llamá a una ambulancia porque me muero, no puedo aguantar el dolor’. Sentía que me moría”, agregó.
"Mirá que yo me quebré, me corté cuando era chico, me han dado 20 puntos en la ceja... Tuve dolores de todo tipo pero como este ninguno. Era algo insoportable".
Y sobre las sensaciones que le recorrieron por el cuerpo en ese momento, remarcó: “Era la mezcla del dolor y a la vez como un ataque de pánico... Mirá que yo me quebré, me corté cuando era chico, me han dado 20 puntos en la ceja... Tuve dolores de todo tipo, pero como este ninguno. Era algo insoportable. Empecé a caminar y a dar vueltas alrededor de la cocina esperando la ambulancia, que debe haber tardado 15 minutos, pero que en mi cabeza fue como una vida entera. Al doctor que me atendió le pedí por favor que me diera todo lo que tenía porque no lo podía soportar”.
Por otro lado, se sinceró sobre cómo fue verse en el espejo al otro día del hecho: “Estaba todo deformado. La explosión fue como una piña en la cara y más que nada en la oreja. A medida que iban pasando los días el dolor era cada vez peor. Porque la quemadura va avanzando. En ese momento era tan fuerte el dolor que me ofrecieron internarme en el Hospital del Quemado pero les dije que no. Es que con el tema del coronavirus en casa estamos solos, ¿la iba a dejar a Ivana con los tres chicos? El colegio, la casa, la comida, yo en el hospital aislado... era un quilombo. Entonces preferí quedar internado en casa”.
"La semana pasada recién hice un asadito pero con una parrillita que tengo a gas... ¡Y me dio un cag...! Lo pensé 200 veces. Me volví muy meticuloso con el fuego, lo respeto mucho".
“La semana pasada recién hice un asadito pero con una parrillita que tengo a gas... ¡Y me dio un cag...! Lo pensé 200 veces. Me volví muy meticuloso con el fuego, lo respeto mucho. Con la hornalla, con el mate... Me compré un termo que viene con una válvula de seguridad, a ese nivel me pegó. Lo que está bueno es dar el mensaje y tratar de generar conciencia cómo en un segundo te puede cambiar la vida, con un accidente doméstico o con cualquier cosa”, cerró.
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