Atrás va quedando el mal momento que Iliana Calabró (50) vivió con su separación de Fabián Rossi -con quien tiene a sus hijos Nicolás, de 22; y Stefano, de 17-, quien está procesado en la causa denominada como la Ruta del dinero K, que había denunciado Jorge Lanata en Periodismo Para Todos.
Con un nuevo presente lleno de proyectos, su participación en Bailando 2016 y acompañada de su novio Antonello Gandolfo, Iliana sorprendió con su lomazo en una sexy producción de fotos para la revista Gente… y habló de su intimidad: “Todo lo que hago hoy es porque me da placer. Si algo no me moviliza, lo dejo pasar. Antes, por ahí, hacía cosas para mantener la calma, para que le gustara al otro. Todo era más pesado. Y eso no sirve de nada”, comenzó diciendo.
"Como la vida, con plenitud, entrega y pasión. Cuando era chica miraba a gente de mi edad y decía: ‘¿Y éstos tendrán sexo?’ (ríe). Ahora siento que no tengo techo ni límites. Aprendí a disfrutar, a saborear. Y si algo lleva más tiempo, está bueno".
Luego, dio detalles de cómo vive su sexualidad a los 50 años: "Como la vida, con plenitud, entrega y pasión. Cuando era chica miraba a gente de mi edad y decía: ‘¿Y éstos tendrán sexo?’ (ríe). Ahora siento que no tengo techo ni límites. Aprendí a disfrutar, a saborear. Y si algo lleva más tiempo, está bueno".
En cuanto al anillo de compromiso que posee, aclaró: “Yo estoy enamorada y eso es un símbolo de amor, un compromiso que tiene que ver con el afecto. El anillo no lo lluevo puesto, por los bailes y porque me quedó un poquitito grande… ¡Mirá si se me vuela! Es todo muy loco, porque Antonello es muy chapado a la antigua, un tano muy tradicional. Mirá, hoy falleció el marido de una amiga, a los 54 años, y pensé: ‘¿Cuánta vida queda?’. Empezás a trazar una línea. Enamorarme me hace sentir más joven, porque empecé a proyectar”.
Por otro lado, se animó a fantasear con una convivencia con su pareja: “Y… algún día, seguro. No me da miedo, pero tiene que ser progresivo. Si se llagara a dar, está más cerca él de venir a mi casa que yo de moverme a la suya. Veremos. Este año supongo que iremos todos a Carlos Paz, a una casa más grande. Lo importante es que sus hijos y los míos se sientan bien. Los dos estamos acostumbrados a este estilo de relación de pareja”, dijo.
Por último, se refirió a los celos de Antonello: “No es celoso. Pero sí es territorial. Y está bueno. A mí eso me hace bien. Veo que se interesa por mí. Si no me preguntara dónde estoy, pensaría que no le importa o que le da lo mismo. Y está feo. Cometí errores en mi vida, pero aprendí a para no repetirlos. Soy optimista, y siento que a los 50 renací. Como en un GPS, estoy recalculando. Venía en una dirección, me pasó algo y cambié: empecé de nuevo para ser feliz”, finalizó.