Lejos de importarle la crítica ajena y la opinión de su familia, Oriana Sabatini se la jugó por amor y se mudó a Italia para vivir un romance con Paulo Dybala, que la rompe en la Juventus. Aunque está retomando su carrera como cantante, en ese momento, le había puesto un freno para instalarse en Europa con él y disfrutar de su noviazgo.
"Es un término horrible, que va a ser muy difícil de erradicar. No me siento identificada con el estereotipo que la gente usa para ofenderte".
Y remarcó qué siente cuando escucha la palabra botinera: "Es un término horrible, que va a ser muy difícil de erradicar. No me siento identificada con el estereotipo que la gente usa para ofenderte, quienes apuntan contra una mujer interesada o que está ahí con un obejtivo".
"No me siento identificada con ninguna etiqueta, ni con la de heterosexual".
Además, hizo una contundente aclaración: "No me siento identificada con ninguna etiqueta, ni con la de heterosexual, porque soy un ser humano, le guste a quien le guste. Creo que lo que más les molesta a las personas y lo que más incentiva a que te critiquen es que uno sea feliz".