Si algo faltaba para comprobar que la bellísima Candela Ruggeri lleva la sangre de Oscar Ruggeri, el martes por la noche quedó comprobado que la hija sufre las derrotas como el campeón mundial de 1986. El martes por la noche la modelo cayó en un inesperado duelo telefónico con Ailén Bechara, otra tapada que dio el batacazo, y se retiró del estudio de ShowMatch en un mar de llanto.
Por empezar, Candela no estaba preparada para salir al toro y se justificó por su performance: "No lo puedo creer. No sé qué decir porque no pensé que íbamos a bailar hoy, pensé que íbamos a bailar el jueves. Estábamos ahí, me comí una hamburguesa, me comí un alfajor… tipo no sabíamos que íbamos a bailar, pero bueno. Ya está, son cosas… no me gusta perder. ¡Irme antes de los 10 finalistas, es un bajón!". Más allá de su famosa cortesía, la rubia se resistió a recibir el ramo de flores de consuelo y más tarde las dejó olvidadas en la zona de camarines de Ideas del Sur, tal documentó Este es el Show.
En declaraciones entre lágrimas y sollozos a Luis Piñeyro, la revelación del certamen hizo catarsis: "No pensé que me iba a ir hoy. Estoy muy triste. Pensé que me quedaba, eso es lo peor. Todo esto fue un sueño (...) Es una mierda no haber estado entre los 10 finalistas". Incómoda y angustiada, Candela Ruggeri resumió: "Me quiero ir".