Un famoso que se queda callado. Dos panelistas estrella y dos participantes, con sus ojos cubiertos y la consigna de descubrir en base a preguntas quién es el invitado del día. A un costado, el conductor que anota los datos clave en un pizarrón.
Es el juego que Lizy Tagliani sumó a El precio justo, con Grego Rossello y Agustina Casanova. Pero el que hace una década tambien hacía Julián Weich en Justo a tiempo, junto a Fierita Catalano y el humorista Tuqui. ¿Hay más coincidencias? Sí. Más allá de que los dos programas tenían la palabra “justo” en el título, se trata de ciclos de entretenimiento en la pantalla de Telefe.
Las similitudes tan exactas se deben a que respetan completamente el formato de La visita, el juego que divierte a los televidentes y desafía a los presentes en el estudio. En televisión, como en cualquier otro ámbito, nada se pierde. Y en este caso, se recicló.