Exultante, Luis Brandoni (78) agradeció hoy en el Festival de Venecia al director Gastón Duprat (48) haberle devuelto a un lugar privilegiado del cine con Mi obra maestra, la ácida comedia que se mostró fuera de competición en el certamen italiano.
"Quiero hacer un público agradecimiento a Gastón Duprat y a Mariano Cohn, (el productor) por haberme convocado para hacer este personaje. Hay un largo tiempo en que yo me vi alejado del cine y se lo quiero agradecer, y por supuesto al guionista (Andrés Duprat), que tanto tiene que ver con esto", aseguró Brandoni, uno de los actores icónicos de la época de la recuperación de la democracia en Argentina.
"Me gustaría repetir esa experiencia y me gustaría también repetir la experiencia de venir al Festival de Venecia alguna otra vez, esta es la primera vez en mi vida, ya me queda poco pero espero también eso", añadió entre risas el actor, que participó en conocidos títulos comos Darse cuenta, Esperando la carroza o Made in Argentina.
En los últimos años Brandoni ha estado más volcado al teatro, donde se puso a las órdenes de Juan José Campanella en Parque Lezama, o en televisión con Un gallo para Esculapio.
A pesar de su dilatada carrera, Brandoni reconoce que nunca antes ensayó tanto para una película como hizo para Mi obra maestra, el debut como director en solitario de Gastón Duprat, quien hasta ahora venía cofirmando su cine con Mariano Cohn.
Juntos lograron un notable éxito hace dos años en Venecia con Un ciudadano ilustre, con la que se llevaron el premio al mejor guión y su protagonista, Oscar Martínez, la Copa Volpi al mejor actor.
Aunque no con la misma intensidad, Duprat también fue bien recibido en la ciudad de los canales con su nueva aventura, en la que no cambia de registro ni de tono.
Esta producción, en la que también participa el actor español Raúl Arévalo, gira en torno a la enrevesada amistad entre un artista, Brandoni, y su galerista, Guillermo Francella, además de mostrar una feroz crítica a la mercantilización del arte con el cinismo y la ironía como instrumentos.
Junto a su hermano Andrés, guionista de este trabajo al igual que de los anteriores, Duprat elabora con diálogos divertidos y bien logrados un sarcástico retrato de las veleidades e hipocresías que acompañan a algunos artistas y todas las imposturas que les rodean.
Fuente: DPA.
Y lo hacen con cierto conocimiento de causa, pues Andrés Duprat conoce a fondo ese mundo a través de su labor como director del Museo Nacional de Bellas Artes.
Argentina es este año una de las cinematografías en español más representadas en la Mostra de Venecia, donde el próximo martes se estrenará en la competición oficial Acusada, de Gonzalo Tobal.