A mediados de octubre, Lourdes Sánchez vivió un duro momento cuando, a su regreso de un viaje por Nueva York, debió ser intervenida quirúrgicamente de urgencia a raíz de una infección que puso en riesgo su vida y que la tuvo varios días hospitalizada.
Durante ese difícil trance, la bailarina del Bailando encontró una gran red de contención en su familia y amigos. Y por supuesto, en su pareja, Chato Prada, quien estuvo firme junto a ella y brindándole un apoyo que aún hoy la llena de emoción recordar.
"Lo que se bancó ese santo hombre fue inmenso", le dijo Lourdes a la revista Gente en una nota en la que no escatimó halagos para el papá de su hijo, Valentín. "Pablo es increíble, el mejor papá y marido del mundo. Estoy locamente enamorada de él y volvería a elegirlo, como hace once años".
Sánchez contó el rol clave que asumió el productor de ShowMatch durante la operación, en la que le sacaron las trompas de Falopio y el apéndice.
"Estando totalmente anestesiada, se comunican con Pablo para advertirle que de no hacer la extracción de las trompas podía morir. Habían descubierto una bacteria que actuó rápida y silenciosamente", recordó. Y agregó: "Él no lo dudó. Minutos después vuelven a llamarlo para avisarle que además debían sacarme el apéndice. Fueron cinco horas en el quirófano".
"Estando anestesiada, se comunican con Pablo para advertirle que de no hacer la extracción de las trompas podía morir. Él no lo dudó".
Consultada sobre sus ganas de volver a ser madre, la bailarina aclaró que, si bien de manera natural ya no podrá serlo, está segura de que cuando surja el deseo habrá otro método para lograrlo.
Afortunadamente, de a poco, su vida vuelve a su curso: Lourdes adelantó que este viernes regresará a sus tareas de panelista de LAM y que en unos quince días hará su reentrada triunfal a las pistas del Bailando. "Bailar me sana. Mientras tanto, disfruto a Valentín. Lo tengo pegadísimo. Es muy mamero", cerró.