No es la primera vez que una declaración de Julián Serrano (24) llama la atención. Es más, su activa presencia en las redes sociales hizo que varios de sus comentarios generen adeptos y detractores por su particular sentido del humor e ironía.
Sin embargo, en esta oportunidad el joven actor y participante de Bailando 2018 generó ruido al hacer una confesión sobre su vida en la adolescencia.
"Tomo Fernet y ya me duele la panza. A los 17 empecé a tomar. Salía jueves, viernes y sábado. Era una religión, no una adicción, pero después los años te pasan factura".
"A lo largo de mi vida, tomé tanto que a mis 24 años tengo el hígado desecho. Tomo Fernet y ya me empieza a doler la panza. A los 17 empecé a tomar. Salía jueves, viernes y sábados en Paraná, Entre Ríos. Era una religión", dijo Julián en El show del espectáculo, el programa radial de Ulsies Jaitt.
Luego detalló alguna anécdota, de esos tiempos de salidas frecuentes en su tierra natal: "He llegado borracho a casa. ¡Hice cada papelón! Pero mi papá se reía porque a mi edad era igual. Un día le vomité toda la vereda a mi mamá, que es súper católica. Era rebelde, pero nunca discutía con mis papás. Salía y tomaba, no era una adicción, pero después los años te pasan factura", confesó Serrano, quien no perdió la oportunidad de aclarar: "Nunca manejé borracho".
Al ver las repercusiones de sus dichos, minimizó la polémica: "No era literal, chicos".