El día de su debut triunfal como protagonista de Sugar, a Laurita Fernández (27) le llovieron los buenos augurios y los regalos de parte de sus seres queridos. Así fue que Carlos, su papá, mantuvo la tradición de llevarle flores al teatro, mientras que su hermana y su mamá, Gabriela e Inés, le dieron una pulserita con un corazón.
Uno de los que más se esmeró fue Federico Bal (28), quien en una nota con Cortá por Lozano explicó: "Le regalé algo para que use todos los días en el camarín. Yo no soy tanto de regalar flores o bombones. Le regalé una batita y cositas femeninas". Entonces, primero Laurita contó lo especial que fue para ella pasar de ser utilera en el Lola Membrives hace una década, a la figura central sobre el escenario.
Más tarde, bromeó respecto del indiscreto obsequio que le dio su pareja: “Fede me regaló una bata. Ok... Quería algo que me sirva, pero discreto… ¡Y me regaló una bata de seda roja!”. Tentada, Vero Lozano ironizó con el mítico vestuario de Sandro de América: “Ja, ja. Ahí viene Sandro”.
"El otro día salí del camarín medio escondiéndome, para que no sepan que era yo. Igual, me comí algunas gastadas", se sinceró Laura.