El mito de que las mujeres cambian su look cuando atraviesan momentos personales fuertes quedó en duda en el caso de Laurita Fernández, a pesar de que pasó por la peluquería tras separarse de Nicolás Cabré tras tres años en pareja. Es que la actriz tenía un tono anaranjado por el personaje que interpretaba en una película con Guillermo Francella, y terminadas las grabaciones, regresó a su aspecto de siempre.
“Volvió la rubia”, había resumido en Instagram. Y el jueves por la tarde Ciudad encontró a la conductora lista para grabar El club de las divorciadas, el talk show que irá muy pronto por las tardes de eltrece.
Envuelta en un tapado de piel sintético por el frío del otoño en Buenos Aires, Laurita posó muy sonriente y simpática en la entrada a Estudio Mayor.
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