Fue impactante, con todas las letras. Lady Gaga “cayó del cielo” en el esperado show del medio tiempo del Superbow del último domingo entre los New England Patriots y los Atlanta Falcons.
El Superbowl, el evento tradicionalmente de mayor audiencia televisiva en Estados Unidos, se realizó este 2017 en una atmósfera de fuerte polarización tras la asunción del presidente Donald Trump, de quien la diva del pop ha sido una fuerte crítica. En el esperadísimo break, Gaga dio la nota: "Una nación bajo Dios, indivisible, con libertad y justicia para todos", relató en un traje plateado de Versace y atada a cables que la llevaron al escenario en el medio del campo.
"Una nación bajo Dios, indivisible, con libertad y justicia para todos", relató en un traje plateado de Versace y atada a cables que la llevaron al escenario en el medio del campo.
La primera canción fue un clásico: Pocker Face y le siguió The Edge of Glory y Born This Way, que se ha convertido en un himno de la comunidad LGBT, que habla de aceptación sin importar raza u orientación sexual.
Gaga presentó un espectáculo de alta tecnología, con una coreografía excelente, que incluyó la participación del público en el campo con linternas que cambiaban de colores.
La intérprete ya había alertado a sus seguidores que enviaría un mensaje de inclusión. Y no defraudó. Incluso a sabiendas de la presencia del vicepresidente conservador Mike Pence. De todos modos, mantuvo su concierto libre de política, como dictan las reglas del deporte.
"Amor, diversidad, compasión y espíritu libre"
Lady Gaga, que cantó sin otro artista, compartió el escenario con un grupo de bailarines étnicamente diverso, que en un momento se unieron en un abrazo único. "¿Cómo la pasan esta noche Texas? ¿Cómo la pasan esta noche Estados Unidos?", preguntó.
"Estamos aquí para hacerlos sentir bien", lanzó justo después de tocar detrás de un piano redondo para interpretar su más reciente sencillo Million Reasons que la audiencia acompañó con luces.
El concierto terminó con el clásico Bad Romance. Gaga subió con sus bailarines unas escaleras, soltó el micrófono, atajó un balón y se lanzó. Fuegos artificiales cerraron el espectáculo.
Las redes sociales explotaron con elogios al show, que tuvo mucho de “spiderman”. El medio tiempo del Supertazón raramente son provocativos, aunque el año pasado Beyonce arrancó con Formation, cuyo video tiene un mensaje contra la brutalidad policial.
Según versiones de prensa, la organización habría advertido a Gaga, que hizo campaña para Hillary Clinton, no politizara el concierto.
En un mensaje que envió por Instagram antes de su concierto escribió: "Dedico cada segundo al amor, diversidad, compasión y espíritu libre de nuestra base de seguidores. A ese niño que no se sintió querido, al hombre adulto que recuerda lo duro que fue ser aceptado".