La pareja de Marcelo Tinelli y Guillermina Valdés pareció sumarse a la ola de separaciones en plena pandemia cuando a fines de junio el conductor anunció su ruptura de la empresaria tras ocho años de relación y un hijo en común, Lorenzo.
Sin embargo, dos meses después Marcelo y Guillermina oficializaron la reconciliación después de la breve pero fuerte crisis que atravesaron.
En diálogo con revista ¡Hola! Argentina, que la tiene como protagonista de su portada, Guillermina contó por qué tuvo lugar la separación: “Soy una gran replanteadora (se ríe). Nosotros somos más de ‘yo estoy vibrando esto y vos no lo estás pudiendo articular conmigo’. Eso nos hizo crecer un montón como pareja. Nunca hay heridas ni dolores, ni cosas que no se perdonen, por eso nos arreglamos y hoy estamos como dos pegotes”.
"Soy una gran replanteadora. Nosotros somos más de ‘yo estoy vibrando esto y vos no lo estás pudiendo articular conmigo’"
La empresaria reveló el motivo por el que decidieron hacer público el cimbronazo de su pareja: “Porque aunque estábamos en cuarentena sabíamos que de alguna manera iba a salir. Nosotros dormimos juntos en el piso 24, y yo un tiempo me vine al 10. Hasta en el edificio llamaban a los medios. Sabíamos que no íbamos a evitar que se dijeran barbaridades, pero decidimos que por lo menos queríamos que se supiera que había algo amoroso en la separación”.
"Estuvimos separados dos meses, mucho antes de que se supiera. Creo que cuando se supo, al tiempito nos reencontramos"
“Estuvimos separados dos meses, mucho antes de que se supiera. Creo que cuando se supo, al tiempito nos reencontramos. Eso es lo que tengo para decir. Es la pura verdad. Lo demás es íntimo”, agregó Guillermina sobre la crisis que lograron superar con Marcelo.
Enamorada, Valdés relató qué admira del conductor: “Que es mucho más estable que yo (se ríe). Dentro de la relación hay olas y tormentas, pero él tiene la capacidad de ver el todo y yo, quizás, me quedo más en la situación, soy más calentona. Su energía me ayuda mucho porque me invita a asentarme, a estar en el lugar. El amor increíble que nos tenemos muchas veces hace que no nos permitamos estar en lugares grises como pareja. Marcelo es muy generoso, cariñoso, amoroso, es increíble, muy pegote. Yo soy bravísima, tengo mucho carácter, y él me ayuda”.