En medio del impacto que recorría el mundo por la muerte de Diego Armando Maradona, el velorio del astro en Casa Rosada terminó en un verdadero escándalo debido a los violentos incidentes que comenzaron poco antes de que se diera por terminada la despedida por decisión de su familia.
Ante las críticas por la suspensión del velorio, Gianinna Maradona decidió recoger el guante y escribir una carta pública en la que realiza un relato detallado de cómo se vivió el velorio por dentro y por qué ella decidió terminarlo al ver el desmadre.
“El 25 yo particularmente no quería ni siquiera ir a la Casa Rosada. Decidieron que papá se lo merecía y fuimos. Él llegó más tarde porque tardaron en la autopsia. Pidieron que lo llevemos a un lugar para que la gente pueda pasar y se despida. Pasaron muchas personas. Algunos transmitían su dolor, otros estaban totalmente ebrios. Cada vez que pasaba un grupo era llorar con ellos, le/nos gritaban cosas que realmente te emocionaban, hubo un chico que tocó el himno con la armónica y realmente fue muy fuerte, mi hijo estaba ahí y ver su emoción en la despedida de su abuelo fue un montón”, relató en Twitter.
La hija de Diego explicó por qué con su familia no quisieron una despedida que durara varios días: “Querían que dejemos a mi papá tres días. Tres días sin dormir no íbamos a estar ahí y tampoco lo íbamos a dejar solo (por dejarlo un rato solo salieron esas fotos horribles) y a su vez si pasaban tantas horas ahí, no íbamos a poder abrir más el cajón, ¿no lo íbamos a ver más por dejarlo ahí así “llegaban todos a despedirlo? NO. Lo compartimos toda la vida. En vez de agradecer eso algunos sienten la necesidad de criticarnos y juzgarnos”.
“Accedimos que sean más horas pero los gases lacrimógenos nos hicieron mierda, los ojos, la garganta, entre el dolor de lo que estábamos pasando y la preocupación de que las vallas cada vez se movían más cerca de mi papá era insostenible”.
"El 25 yo particularmente no quería ni siquiera ir a la Casa Rosada. Decidieron que papá se lo merecía y fuimos. Pasaron muchas personas. Algunos transmitían su dolor, otros estaban totalmente ebrios"
Gianinna incluso revela en el texto que fue ella quien determinó que el velorio debía terminar: “Había que tomar una decisión y la tomé yo cuando empezaron a revolear cosas, y lamentablemente él no podía seguir ahí. En esas condiciones NO. No se lo merecía. Yo, que no me iba a mover de su lado, y la seguridad me pedía que por mi seguridad me vaya adentro. No, así no. Me voy pero con mi papá. Atrás de un ídolo hay una familia, eso es lo que a varios les cuesta aceptar. Empatía y respeto”.
La joven también explicó por qué decidieron enterrar a Diego en un cementerio privado: “Y por último, con respecto al lugar donde descansa; está con sus papás como él quería. ¿Es un lugar privado? Sí. Y yo puedo ir a verlo las veces que quiera sin que me miren a ver qué hago o dejo de hacer, o si pueden sacarme fotos para luego publicar con algún título rancio. Morbo pleno. ¡Lamento no dárselos!”.
“Vamos a ver cómo lo podemos resolver, sabemos que el Diego es un poco de todos. A su vez me encantaría que tenga más flores además de las que llevamos con Dalma. Sus compañeros del 86 van a verlo por ejemplo, se pusieron un día y van a visitarlo. También quienes nos llaman para ir a dejarle una flor sin que al otro día sea tapa de revista su lápida siempre van a poder acceder”.
"Lamentablemente él no podía seguir ahí. En esas condiciones NO. No se lo merecía. La seguridad me pedía que por mi seguridad me vaya adentro. No, así no. Me voy pero con mi papá"
La hija de Diego también pidió que no culpen a su padre por lo ocurrido en su despedida: “Prudencia en sus palabras, empatía, piedad por quienes pasaron por la misma situación que nosotros y aún no se reponen. Piedad por quienes no pudieron despedir a sus familiares por lo que estamos atravesando. No es culpa de Maradona lo que pasó el 25 de noviembre. Hubiese preferido quedarme en un cuarto solo con mi familia y que no culpen a él por los contagios”.
Tras agradecer el cariño de la gente, cerró su carta relatando cómo fue el viaje de Casa Rosada al cementerio: “El camino a Bella Vista fue espantoso y hermoso a la vez, tuve miedo, la policía le pegó a la camioneta de mi mamá mil veces con un palo, yo salí por la ventana a gritarles pero no me daban bola, me agarró desesperación, estaba preocupada por lo que nos podía pasar mientras estábamos llevando al cementario a MI PAPÁ. No saben lo que se vivió del otro lado, les juro que no lo saben”.