La investigación por el crimen de Fernando Báez Sosa tuvo un nuevo giro: "Pipo", conocido como el "sospechoso número 11", es menor de edad. De esta manera, el modo de aplicar la ley para el único rugbier que aún no fue identificado por los medios es otro.
Al igual que el resto de los implicados en la feroz golpiza que mató a Báez Sosa, el chico practica rugby y es oriundo de Zárate.
Sin embargo, se supo que el joven no estaba alojado en la misma vivienda de Villa Gesell con los señalados por los testigos en el lugar del asesinato, sino que estaba parando en otro lugar de la ciudad balnearia con otro grupo.
Su rostro aparece en la selfie que presuntamente los jóvenes se sacaron luego de matar a Fernando, en la que se puede ver que visten la misma ropa con la que las cámaras de seguridad los captaron comiendo hamburguesas en un local de comidas rápidas.
Asimismo, la figura de "Pipo" fue tomada por la cámara de seguridad de un restaurante ubicado a metros del boliche Le Brique, junto a Matías Benicelli, Máximo Thomsen, Lucas Pertossi y Enzo Comelli, apenas minutos después del hecho.
El periodista Paulo Kablan informó a través de su cuenta de Twitter que el adolescente sospechoso ya está incluido en la causa a cargo del juez David Mancinelli a partir de la foto referida, que se pudo extraer de uno de los celulares de los implicados.
Además, Kablan aclaró que es menor y que no se trata del hijo del intendente de Zárate, Osvaldo Cáffaro, desmintiendo los rumores que habían empezado a circular en redes sociales.