Con pocos días de diferencia, Lizardo Ponce y Oscar Mediavilla volvieron a encontrarse en Cantando 2020 donde no tardó en estallar un cortocircuito. En esta ocasión, la devolución del jurado fue el detonante para que el influencer se enoje por el tono de la crítica, que incluyó la ironía del esposo de Patricia Sosa cuando sugirió la ayuda de un mago para solucionar los problemas del dúo.
Tras escuchar a Ponce y Lucía Villar entonar Amor clasificado del Potro Rodrigo Bueno, Mediavilla trató de usar el humor para explicar su punto. "No quiero ser irrespetuoso, pero pareciera que estás cantando en broma. Pareciera que vos decís 'voy a hacer que canto', porque yo sé que le estás poniendo empeño y todo lo demás, pero siento que estás muy lejos de lo que debieras estar haciendo. (...) Hay mucho trabajo por hacer. Hay magos que trabajan y que por ahí pueden ayudarlo", le dijo el productor al coach, y despertó la indignación de Lizardo.
"¿Cómo un mago? No creo que sea así. Creo que si me vas a dar una devolución (tenés que hacerlo con) más seriedad porque está mi coach, estoy yo, hay un trabajo, no vengo a hacerlo en broma. Y ya me hiciste el chiste de la afinación", le reclamó el influencer al jurado.
"Te lo digo más técnico, sin hacerte más chistes: no cantaste bien. Tenés serios problemas de afinación que deberías corregir. Hay que trabajar mucho porque la oreja es difícil de corregirla y los coachs tendrán que hacer un trabajo que no tiene que ver con ganar sino con que cantes bien", le dijo el jurado antes de aplicarle un '3'.
Mediavilla no se quedó ahí ya que respondió a la queja del participante de manera contundente. "No te preocupes que no va a haber más humor. Yo te prometo que cada vez que vos te pares ahí, yo voy a ser muy serio y te voy a dar una respuesta totalmente sincera y profesional. (...) Y además te digo otra cosa: si vos crees en tu intimidad que sos un buen cantante, estamos en problemas", cerró el jurado.