Fundado en julio de 1996, el Hogar Pimpinela les da contención, educación y mucho amor a 22 chicos, pero la inédita situación de la cuarentena total por la pandemia de coronavirus cambió todo. Así lo reconoció Lucía Galán, responsable de la ONG junto a su hermano Joaquín, en una nota con Los Ángeles de la Mañana: “Los primeros días fueron estresantes porque tomé la decisión con mi hermano de cerrar el hogar por esto tiempo (que dure la cuarentena)”.
Apesadumbrada, la artista justificó su determinación: “Les estaba empezando a costar mucho (llegar) a las empleadas, y en una decisión también de cuidarlas a ellas decidimos cerrarlo y repartirnos a los chicos. Como cuando lo hicimos en Navidad y Año Nuevo, cuando también nos repartimos los chicos con el personal del hogar y los voluntarios de más confianza”.
“Tuvimos que activar ante la Justicia los permisos para los 22 chicos, 13 de juzgados de capital y el resto de la provincia de Buenos Aires".
Acto seguido, Lucía explicó: “Tuvimos que activar ante la Justicia los permisos para los 22 chicos, 13 de juzgados de capital y el resto de la provincia de Buenos Aires. Fue bastante ágil. Salvo uno que después de muchas conversaciones nos dieron el permiso con la condición de ir todos los días a visitarlo. Es por un nene con problemas de autismo de un matrimonio igualitario con intenciones de adoptarlo, con el que se estaba empezando a vincular. Costó mucho el permiso, me enojé mucho también...”.
Al final, Lucía Galán aclaró: “Tengo un chico en mi casa”.