Entre los miles de infectados de coronavirus que llegaron al punto de tener que ser hospitalizados, Kennys Palacios fue uno de los que peor la pasó en el ambiente artístico. Y no porque el estado del estilista y amigo íntimo de Wanda Nara haya estado en serio riesgo, sino porque meses atrás ya había perdido a su padre con la misma enfermedad y el pánico se apoderó de él apenas se enteró del diagnóstico.
A través de Instagram, Kennys hizo un crudo relato de su vivencia extrema, luego de mantenerla en estricta reserva. “Estas fotos representan mucho dolor, mucho miedo y temor. Tuve COVID y hoy me atrevo a contarlo porque, gracias a Dios y a los médicos, ya estoy en casa”, comenzó en referencia a las imágenes de su brazo cableado y acostado sobre una camilla.
“Fue la peor semana de mi vida. Jamás estuve internado y nunca luchando contra un virus que nadie sabe qué es. No saben lo que fue llegar a las 10 am a la clínica y esperar que te hagan las placas… las horas avanzaban y yo estaba aislado solo en un cuartito. Totalmente solo con mucho miedo, llamaba a mi mamá. ‘Mamá me dejan internado’”, continuó Palacios.
"Fue un año difícil. El COVID también se llevó la vida de mi padre hace unos meses y sentía que volvía lo mismo, y él me ayudó, me dio las fuerzas que no tenía. Gracias, solamente gracias”.
Sin anestesia, confesó: “Estaba muy nervioso, comencé a llamar a mis amigas, no sabía qué hacer. Tenía mucho miedo. Pasaban las horas y me dijeron ‘te vamos a trasladar a otra clínica’. Entre llantos y nervios no sabía qué hacer, ya estaba totalmente aislado del mundo”.
“No llegaba mi ambulancia y yo seguía en un cuartito solo lleno de cables termómetros y pastillas, muy asustado y muy solo porque ésta enfermedad no permite que nadie te pueda abrazar, aunque sea de los que más querés en ese momento. Un abrazo, fe, tu familia, y así se hicieron las 23 hs que llego mi ambulancia y me trasladaron de clínica en la cual estuve 6 días interrando. Que fueron los días más difíciles”, contó consternado.
En ese punto, Kennys agradeció el apoyo incondicional de su familia: “Gracias a mi mamá y mi hermana, que las 24 hs les hacía videollamada para que me pase la hora. Me entraban los nervios y tuve ayuda mental. Es muy fuerte estar en una habitación donde las horas no te pasan más y se te hacen eternas”.
“Gracias a todos los mensajes de la poca gente que supo. Gracias eternas, sentí el amor de todos, y lo bien que me vino en ese momento. Dios fue grande, me ayudó. Fue un año difícil. El Covid también se llevó la vida de mi padre hace unos meses y sentía que volvía lo mismo, y él me ayudó, me dio las fuerzas que no tenía. Gracias, solamente gracias”, concluyó Kennys Palacios.