Hace casi cinco décadas, el actor Alejandro Lamarque participó de uno de los ciclos infantiles más emblemáticos de los ´70, Jacinta Pichimahuida, la maestra que no se olvida. Allí interpretaba a Palmiro Caballasca, que divertía a grandes y chicos con la frase "Me hirve la cabeza", cada vez que le tocaba una tarea difícil. Hoy, la actualidad del exactor infantil es mucho más preocupante ya que vive en la pobreza, sufre de varias enfermedades y está ciego.
Así se lo pudo ver en Confrontados, donde Marina Calabró y su equipo lo entrevistaron en la precaria vivienda que habita, desde la que explicó cómo llegó a esta situación. "Me quedé ciego por culpa mía, porque me dejé estar. (...) Yo hice todos los arreglos en el Hospital Santa Lucía para operarme, pero soy fóbico y entonces cuando me toman la presión me da cualquiera. Si estoy relajado, me la tomo yo y me da bien. (...) Entonces no me quisieron dar turno en el prequirúrgico. Yo le dije: 'Dame fecha, yo me 'empastillo y la pasamos todos bien', pero no hubo caso", relató .
Pero además, Lamarque, que se define a sí mismo como un "adulto mayor" también se quebró un brazo y atraviesa un presente complicado. "Yo quiero hacer público que acá vivo como una rata y es tremendo. Es todo por mi ceguera. No puedo limpiar, no puedo barrer y nadie me da pelota. No tengo a nadie. Todo lo que me prometieron lo tiraron para atrás. Vinieron de Desarrollo Social a ayudarme, vieron que no tengo ni baño y no volvieron más", explicó al aire.
"En diciembre me hicieron un fondo de ojos y solo faltaba que me hagan una ecografía para ver cómo están mis retinas y qué tipo de lentes necesito", dijo Lamarque. "No tengo viandas de comida. Soy un adulto mayor con hipertensión, diabetes y ciego. Si alguien puede hacer algo por mí para sacarme de acá, le paso mi teléfono para que me llamen", dijo Lamarque que aclaró que "operándose se acaba esta miseria" porque puede volver a trabajar.