Pachu Peña hace reír a los argentinos desde hace casi 30 años con sketchs y ciclos de lo más divertidos. Y, en Bienvenidos a bordo, el actor protagonizó un involuntario momento humorístico cuando participó del juego de hacer arrancar el auto con los ojos vendados.
Con un minuto para intentarlo, Pachu salió disparado para una de las salidas del estudio en lugar del sitio donde estaba ubicado el automóvil, que se encontraba varios grados a su derecha.
Mientras Guido Kaczka buscaba palabras para guiarlo sin romper las reglas del juego, Pachu encaraba hacia una de las paredes laterales y, una vez allí, la siguió bordeando hasta que casi choca con Hernán Drago y Gastón Marote, que lo esquivaron a su debido turno.
Finalmente, el minuto llegó a su fin y, tras descubrirse la cara, Pachu descubrió con estupor que estaba en el sector de cámaras, muuuy lejos de su objetivo.