Luego de una charla en buenos términos, Sabrina Rojas (38) y Luciano Castro (43) decidieron ponerle fin a sus nueve años de amor, tiempo en el que se convirtieron en los papás de Esperanza (5) y Fausto (4).
"Es por desgaste. Nos hastiamos", sintetizó la actriz en Intrusos, dando cuenta del motivo principal del desenlace, que ninguno de los dos sabe si será definitivo. Incluso, la ruptura no les impidió que compartan sus vacaciones de verano bajo el mismo techo en Mar del Plata, ciudad balearia en la que se los vio con sus hijos y en familia.
Según detalló la revista Pronto, el círculo íntimo de la expareja contó que cuando Sabrina retorne a su hogar desde Mar del Plata, Luciano tendrá todo listo para instalarse en un departamento en zona norte.
Sin embargo, la consecuencia inmediata al volver con su vida en Buenos Aires será que el actor no vivirá más en la casa familiar que ocupan en Vicente López. Según detalló la revista Pronto, el círculo íntimo de la expareja contó que cuando Sabrina retorne a su hogar, Luciano tendrá todo listo para instalarse en un departamento en zona norte. Además, informaron que la mudanza ya está en marcha, dado que Castro dejó La Feliz por motivos laborales y se está ocupando de este proceso.
Un día después de anunciar la separación, Sabrina contó que el actor adelantó su partida de Mar del Plata para "descomprimir la situación con la prensa y porque tenía que hacer una campaña de ropa". Y Luciano agregó en Los Ángeles de la Mañana que se hará escapadas a la Costa para seguir disfrutando de sus hijos en el mar, hasta que la estadía veraniega llegue a su final.