Por algunos días, Benjamín Vicuña tuvo que viajar a Chile para grabar Inés del alma mía. Y aunque aprendió a amar a la Argentina, el corazón de Benjamín sigue en su patria. Más ahora, que sus hermanos chilenos afrontan una dura crisis.
Las protestas y la represión siguen latentes en la tierra natal de Vicuña, fruto del malestar del pueblo chileno con el gobierno de Sebastián Piñera. Desde su país de origen, al que viajó por un compromiso laboral, el protagonista de ATAV dio detalles de la delicada situación.
"Filmando en Chile es imposible abstraerse de tanto odio y violencia cobarde. El espiral crece y estamos traumando a nuestros niños, esos por los que queremos un país más justo y mejor. No dividamos lo que tanto nos costó unir. Basta de violencia, venga de donde venga. Queremos paz", expresó.
Ante el comentario de una usuaria que opinó que "no habrá paz mientras el Gobierno mate por protestar", Benjamín cerró opinando al respecto y agregó: "No habrá paz mientras la represión sea desmedida, el accionar irresponsable y falte el diálogo".