A sus 33 años, Celeste Cid ha recorrido un largo camino. Y, en ese trayecto, la actriz del suceso de Las Estrellas vivió un momento crítico cuando debió luchar contra sus adicciones.
En una extensa entrevista con Gente, que la tiene como protagonista de su última tapa, Celeste habló a fondo de ese pasado turbulento.
“Todos somos sobrevivientes de lo que nos toca en este mundo tan alocado. Yo sólo flaqueé un poco. En realidad, fue una hecatombe. Me perdí en el afuera, en los veintipico, ese lapso de crisis y rupturas. Y me desconecté de mí misma y de todo lo demás. Porque lo que viví no fue joda y rock & roll, sino el momento más triste de mi historia. Fueron tiempos de duelo. De ‘duelar” fantasmas personales y temitas familiares”, contó Cid.
"Me perdí en el afuera, en los veintipico, ese lapso de crisis y rupturas. Y me desconecté de mí misma y de todo lo demás. Porque lo que viví no fue joda y rock & roll, sino el momento más triste de mi historia".
Si bien no quiso entrar en detalle sobre esas cuestiones familiares, reveló: “Trabajo desde muy chica. Sí, crecí rodeada de cuidados y cariños, pero también obligada a pensar y a responder como adulto: con cargas horarias, comiendo en el auto entre la escuela y un estudio. La decisión era mí hasta ahí. Hasta que pesó (…) Uno siempre sabe cuáles son sus patas rengas. Sólo necesitaba enfrentarlas y poner orden (...) Tuve padres maravillosos, que supieron acompañar muy bien algunos aspectos, pero otros no tanto”.
Incluso contó por qué ahora habla abiertamente del tema: “Ya no me avergüenza. Al principio, cuando estaba internada (N.d.R: en 2009, en una comunidad terapéutica, y en 2011, en un neuropsiquiátrico, por excitación psicomotriz), con lo jodido que implica esa enfermedad y extrañando mucho a mi hijo (que en su primera internación tenía 5 años), salía esquivando fotógrafos y autos que me seguían”.
Sobre cómo logró salir de su adicción, Cid explicó: "¿Sabés? A mí me pasó algo particular con toda esta experiencia. Nunca me enganché con el lema del ‘sólo por hoy’. No volví a despertarme repitiendo, ‘bueno, sólo por hoy...’. No niego lo que viví, pero no voy a maquinarme con el tema".
"Considero que no soy una persona que necesite vivir ‘empastillada’. Busqué otros recursos. Siempre deberé estar atenta a las conductas. Y soy atenta".
¿Hay seguimiento de algún tipo? “Voy a hablar desde mi experiencia personal, sin juicios de ningún tipo. Estuve en un lugar que me ayudó hasta cierto momento. Porque el lema ‘sólo por hoy’ acomoda a las personas en el lugar de pacientes. Recuerdo que el terapeuta me decía que, con el tiempo, las dosis de medicación disminuirían, pero que estaría medicada para siempre. Yo me sentía mejor, volvía a retomar mi cotidianeidad, mis amistades y le dije: ‘Si cuando estoy engripada tomo un analgésico y me curo, ¿debo tomarlo siempre, por las dudas? No’. Me respondió: ‘Es mi forma de trabajar’. Entonces contesté: ‘No es la mía’. Me ayudó, claro. Pero considero que no soy una persona que necesite vivir ‘empastillada’. Busqué otros recursos. Siempre deberé estar atenta a las conductas. Y soy atenta”.
Mamá de Antón (11 meses), junto a Michel Noher, y de André (13 años), fruto de su relación con Emmanuel Horvilleur, la actriz contó que habla del tema de sus adicciones con su hijo adolescente: “Claro que sí.Y tanto Emmanuel como yo somos muy abiertos al diálogo fluido: en casa se debate, se piden puntos de vista. Hasta tenemos un grupo de WhatsApp los tres. Yo voy contándole mi situación de acuerdo a su desarrollo madurativo. Porque tengo claro que cuando pasa algo así en una familia, afecta a todos hacia atrás y hacia adelante. André sabe que lo que viví es un bajón. Que pasó. Y que lo importante está acá: eso es su mamá".
Foto: Gente.