En el contexto de la cuarentena total por la pandemia de coronavirus, el Estado decidió habilitar el uso de teléfonos celulares en las cárceles de modo que los presos puedan comunicarse con sus seres queridos, que de otro modo no podrían visitarlos.
Ese beneficio fue aprovechado por el delincuente que en 2010 asaltó a Carolina Píparo a la salida de un banco y le produjo la muerte del bebé que gestaba en su vientre, nada menos que para dejarle un mensaje mafioso: “De mí tampoco te olvides, (soy) Carlos Moreno. El mismo que te disparó, Carolina Píparo, basura de mujer. Estoy mejor que nunca adentro de la unidad 34, put...”.
El fin de semana, la diputada de la provincia de Buenos Aires hizo la denuncia judicial pertinente, y en diálogo con Todas las tardes admitió que en el momento tuvo “miedo” porque “él fue el que me arrancó la cartera, pegó y no conforme con eso me disparó”. Ante una Maju Lozano indignada y asombrada por la violenta situación sucedida dentro de un penal, Píparo explicó: “No va a modificar mi vida, no tiene ese poder sobre mí. El día que él salga agradezco que haya una ley de víctimas para que me tengan que avisar que salió libre y poder tomar recaudos. Él ya me arrancó la vida una vez, no me la va a arrancar dos veces”.
“Él me pone que no me olvide de él, como si uno pudiera olvidarse de la persona que asesinó a su hijo".
Más tarde, aclaró: “Le habían dado cadena perpetua, pero Casación le redujo la pena a 22 o 23 años. Ahora, en cinco años podría pedir beneficios tras cumplir los dos tercios de la pena”. Así, Carolina reflexionó con dolor y entereza: “Él me pone que no me olvide de él, como si uno pudiera olvidarse de la persona que asesinó a su hijo. Como si pudiera olvidarme algún día de mi vida de lo que me pasó. Que me diga eso suena más a una amenaza que a hostigamiento”.
“Tenemos que pelear por una justicia justa. Las víctimas por lo general no buscan venganza, crueldad ni pena de muerte. Sino que todos los que hayan atentado contra la vida o la integridad sexual de miles de víctimas cumplan con la condena que le dieron. Que si son 22 años, sean esos años”, concluyó Carolina Píparo.