“Me terminé comiendo el cuento de que, por mi cuerpo, no iba a poder hacer absolutamente nada”, cuenta Brenda Mato (29). Su cuenta de Instagram con más de 60 mil seguidores, repleta de fotos de sus producciones como modelo y de reflexiones body positive, son prueba suficiente de que estaba equivocada. Ciudad conversó con ella sobre su trabajo como modelo, la aceptación de su cuerpo y los distintos tipos de violencia que reciben hoy los cuerpos gordos, y que van más allá de la autoestima personal de cada uno de ellos.
-¿A qué edad te diste cuenta de que querías ser modelo?
-En realidad, a mí siempre me gustó todo lo que tenía que ver con el baile, con la danza, con la actuación. El modelaje fue más una casualidad que una búsqueda. Siempre me gustaron los escenarios y todo lo que tiene que ver con la parte artística. Pero me crié creyendo que las modelos tenían ciertas características determinadas que, claramente, yo no cumplía, entonces nunca se me había pasado por la cabeza la posibilidad de trabajar como modelo. Yo siempre lo cuento para mi “fue una joda y quedó” (risas). Y terminé encontrando en un trabajo que nunca busqué un lugar donde todas las cosas que siempre me gustaron las puedo aplicar. Porque la gente cree que el modelaje es un trabajo re simple y que solo consiste en salir bonitas en las fotos, pero la realidad es que lleva mucho trabajo físico por detrás y mucho conocimiento del propio cuerpo.
-¿Y en qué momento descubriste a la modelo? ¿Cuándo comenzó “la joda”?
-Empezó en un redescubrimiento mío, en una etapa en la cual venía de una depresión muy grande en la que dije “bueno, algo tengo que hacer con mi vida”. Después de haberla pasado muy mal con mi cuerpo y con las cosas que quería hacer. Y en ese redescubrimiento me encontré con una amiga que tenía una marca de ropa y me preguntó si me animaba a hacer fotos para ella y le dije “bueno, dale”. Y fue muy loco porque la respuesta de la gente al sentirse identificada en una modelo fue decir “yo me parezco mucho más a ella que a las chicas que veo generalmente en las revistas”. Y, a partir de ahí, una cosa llevó a la otra y me animé yo también a contactar a otras personas para trabajar y fue creciendo todo hasta llegar a hoy.
-¿Cómo fue la relación con tu cuerpo antes de trabajar como modelo? Durante la adolescencia, por ejemplo.
-Fue horrible. Me odiaba profundamente. No soportaba mirarme al espejo. Siempre buscaba excusas para no salir o para sentirme mal y tirarme abajo. Yo siempre cuento que me terminé comiendo el cuento de que, por mi cuerpo, no iba a poder hacer absolutamente nada. Porque la gente solo iba a ver que yo era gorda, y no iba a importar ni mi talento, ni mis capacidades, ni mi persona. Simplemente era esa mi carta de presentación y después la nada. La verdad es que para mí fue muy difícil la adolescencia porque mi cuerpo siempre me condicionó. Siempre fui “la gorda del grado”, “la gorda de danza”, “la gorda de…”. Por un momento, casi no tuve nombre propio. Es por eso que parte de mi lucha hoy es poder apoderarme de ese apodo y quitarle ese peso a la palabra “gorda” que tanto usaron para ofenderme y darme cuenta de que cuando me la apropio, la siento mía y ya no le encuentro nada malo. También le quito la posibilidad a las otras personas de poder lastimarme con ella.
-¿De qué manera influyó tu entorno y los medios en cómo te relacionabas con tu cuerpo de más chica?
-Hay algo que es importante aclarar porque siempre que se hablan de estos temas se cree que es simplemente una cuestión de autoestima. Pero no podemos generar una autoestima sana en una sociedad que nos educa para que nos odiemos. Es importante entender que cada individuo tiene una historia y una manera de atravesar las cosas, que hay personas más privilegiadas que otras obviamente, pero la presión está constantemente en la sociedad en general. Y quienes somos leídas como feminidades tenemos esa presión social de que lo único que podemos aspirar es a ser bellas. Pero no bellas como somos, bellas de una forma específica. Y cuando vos no podés llegar a esa forma de belleza, automáticamente te hacen creer que no valés absolutamente nada. Criarse con ese pensamiento, creyendo que tu cuerpo está mal y que tenés que hacer hasta lo imposible por modificarlo, hace muy difícil incorporar la idea de que como estás, ya estás bien, y que podés hacer un montón de cosas con lo que sos. Porque aunque lo sepas, abrís una revista y ves siempre el mismo tipo de cuerpo, prendés la tele y ves siempre el mismo tipo de cuerpo y vas a un local y nunca hay ropa para vos. Entonces con esa frase que te repiten todo el tiempo de “para vos no hay”, como si el problema fuera tuyo, te creés esa falsa idea de que el problema sos vos.
-¿El modelaje y la exposición te ayudaron a luchar contra tus propias inseguridades?
-Yo creo que todo gran paso que implique salirse de la zona de confort requiere un gran acto de valentía que no todos estamos listos para darlo. Yo soy consciente de que cada cosa nueva que me animo a hacer requiere que esté lo suficientemente fuerte. A mí me pasó que justo cuando empecé a modelar también conocí a quien hoy es mi marido y él me dijo una de las frases que fue la gran puerta a todas las cosas que hice. Porque cuando yo arranqué no había un lugar para mí, no había muchas chicas como yo modelando y me dijo “si no hay un lugar para vos, crealo”. Y eso es lo que sigo haciendo, ocupando esos pequeños espacios, aunque sea de a poquito, para poder mostrarle a otras mujeres que ellas también pueden hacerlo sin ser 90-60-90. Con esto no quiero decir que las mujeres flacas estén mal, o que todo lo que sucede actualmente en la moda lo está. Sino que queremos que al lado de esas mujeres hermosas que hacen increíblemente bien su trabajo, pongan a otras personas que demuestren que también pueden pertenecer, usar esa ropa, verse bonitas y hacer un montón de otras cosas.
-Vos te definís como activista body positive, ¿a qué te referís con ese término?
-Lo que trata de hacer el activismo body positive es, al contrario de lo que cree mucha gente de que nosotros estamos acá para decirle a todos “sean gordos”, es que simplemente las personas no se miren todos los días al espejo y tengan ganas de morirse por habitar el cuerpo que habitan. La idea es luchar contra ese mensaje de odio que recibimos todo el tiempo y decirle a las personas que como están, están bien. Y que si desean cambiar su cuerpo que sea desde el amor, y no como un castigo. Y que puedan disfrutar de su vida ahora, y no estén esperando convertirse o cambiar para poder hacer lo que desean. Es importante entender que el valor de las personas radica, justamente, en nuestras diferencias. Y que todas esas mujeres que vemos en las revistas y la tele son hermosas, pero nosotras podemos ser hermosas a nuestra manera también. Y que incluso, si no queremos ser hermosas, también podemos hacer un montón de otras cosas porque la belleza no tiene por qué ser una obligación.
-¿Contra qué otras violencias se lucha en el activismo body positive?
-Bueno, cuando uno no tiene un cuerpo que encaja con la norma uno “se entera” que no lo tiene, más que sentirlo, porque te lo dicen, te lo hacen saber y te lo van a hacer saber para siempre. Cuando hablamos de “gordofobia” no hablamos de que alguien va a venir a pegarme en la calle porque soy gorda, sino de algo que está en todos lados: cuando subís a un ascensor y estima que una persona no debería pesar más de 70 kg, cuando vas al cine o viajás en avión y te encontrás con asientos cada vez más pequeños, cuando hacés una fila y las personas delante tuyo se dan vuelta a mirarte y criticar lo que tenés puesto, cuando sos el chiste del que se ríen los demás o cuando vas al médico por alguna dolencia y lo primero que hace es mandarte a hacer una dieta, como si nunca lo hubieses intentado o como si esa fuera la solución a todos los problemas. El tema de la medicina particularmente es muy duro, porque a las personas gordas por sobre todo siempre se nos cuestiona la salud, más que a cualquier otra persona. No importa si vos ahora te prendés un cigarrillo mientras hacés la nota, a la que van a cuestionar por la salud es a mí. Lo que termina sucediendo con esto es que muchas veces las personas gordas tenemos miedo o vergüenza de ir al médico.
-¿Y en los medios cómo se manifiesta? Más allá del modelaje en las revistas.
-Hay algo que siempre surge cuando se habla de este tipo de cosas que son los estereotipos. Todo lo que sucede en el mundo de la publicidad se maneja con estereotipos porque necesitan contar una historia en poco tiempo y que esa historia se entienda. El problema es cuando esos estereotipos empiezan a definir a una población de una determinada manera. Porque el estereotipo puede ser positivo o negativo, pero en el caso de las personas gordas siempre es negativo. La persona gorda está triste, la persona gorda no hace nada, la persona gorda no se enamora, la persona gorda nunca es la protagonista. En este sentido, los medios de comunicación tienen que hacerse cargo del mensaje que envían y comprometerse a construir una realidad que coincida con el mundo real.
-Y para cerrar, ¿qué les dirías a aquellas y aquellos adolescentes que quizás no tienen un cuerpo hegemónico y están luchando por aceptar el cuerpo que habitan?
-Primero, les diría que cuestionen todo, que no den nada por sentado. Y que no permitan que nadie les diga qué cosas pueden o no pueden hacer. Que, independientemente del cuerpo que tengan, son lo suficientemente valiosos y necesarios para poder hacer las cosas que quieran hacer. Y que no existe un único tipo de cuerpo, que somos seres humanos, somos distintos y nuestro valor radica en eso que nos hace únicos. Y que si hay algo de su cuerpo que no los hace sentir cómodos, que primero piensen si es por ellos o por los demás, y que se rodeen de gente que los quiera como son y no “a pesar de”.
Fotos: Musepic https://www.instagram.com/diegoomarpics/
Producción: Aldana Moreno Lusianzoff https://www.instagram.com/helloaldana/
Asistencia: Martín Chalap https://www.instagram.com/martuchalap/
Maquilló y peinó: Marina Sahores para Marra Mkup https://www.instagram.com/marramkup/
Vestuario: Russian Spy Lingerie https://www.instagram.com/russianspylingerie/ / Cosmi Lencería https://www.instagram.com/cosmi_lenceria/
Locación: Patios de San Telmo https://patiosdesantelmo.com.ar/ Chacabuco 752 / IG: @patiosdesantelmo https://www.instagram.com/patiosdesantelmo/
Agradecimientos: Florencia La Rose