El campeón de tenis Boris Becker sorprendió a los espectadores cuando dijo que se iba a casar en junio con su ex novia, la modelo holandesa Lilly Kerssenberg. Unos 9,7 millones de espectadores en Alemania vieron el inesperado anuncio en el programa "You Bet...?" en el que tanto Becker, de 41 años, y Kerssenberg, de 32, estaban invitados.
Becker y Kerssenberg rompieron a finales de 2007 después de una dura relación de dos años, y el año pasado Becker anunció su compromiso con la diseñadora de joyas Sandy Meyer-Woelden tras salir unos meses.
"El verano pasado me salí un poco del camino y ella me encaminó de nuevo. Ahora no quiero dejarla escapar", dijo Becker en el programa. El presentador del mismo, Thomas Gottschalk, pareció sorprendido y le preguntó: "¿No, otra vez no?"
"Hemos pasado por altibajos. Me ha vuelto a aceptar y no quiero dejarla marchar nunca más", respondió Becker. Los periódicos alemanes y las revistas publican historias sobre la vida amorosa del campeón pelirrojo y también de sus novias, Kerssenberg incluida, de las que dicen tienen un parecido asombroso con su ex mujer Bárbara, con la que tiene dos hijos. "¿Mantendrá Boris su palabra esta vez?" decía la portada del dominical Bild am Sonntag, que ilustraba con una foto de la pareja besándose.
La boda se celebrará en la exclusiva localidad de St Moritz, Suiza. "Boom boom" Becker, que se ganó el apodo por su potente saque, se ganó a la gente en la pista de Wimbledon en 1985 cuando ganó el torneo con 17 años. Ha ganado seis títulos pero en los últimos años su vida ha sido como una montaña rusa, perdió gran parte de su fortuna, tuvo un divorcio difícil y se convirtió en el centro de las burlas por sus múltiples ligues.
Fue padre del hijo de una modelo rusa tras un encuentro sexual puntual en el armario de un restaurante japonés en Londres, después de la final de Wimbledon, a la vez que su mujer estaba embarazada. En 2002 le juzgaron por evasión de impuestos pero se libró de la pena de cárcel.