A los 45 años, Araceli González agradece haber conocido a su pareja, Fabián Mazzei, pero al mismo tiempo se lamenta no haberlo encontrado antes, ya que, según confiesa, el actor le cambió la vida: “La vida sin él sería horrible. Vino a llenarla de amor”, declaró.
Los novios están juntos desde hace tres años y medio, y en varias oportunidades Mazzei (46) confesó que tiene el deseo de ser padre. Por su parte, ella, ha bromeado con una palabra que se aleja de esa idea: “el abuelazo”.
Sobre este y otras temas habló en una entrevista para la revista Luz, en la que se le consultó sobre la diferencia entre las ganas de su novio y los dichos de ella. “A mí también me gustaría ser madre con él, pero soy consciente del reloj biológico y que a mi edad es mucho más difícil quedar embarazada”, confesó Araceli.
"Más de una vez me encuentro diciendo ‘por qué conocí a Fabián recién a esa edad? ¿Por qué tardamos tanto en encontrarnos?’”, se lamentó Araceli.
“Por eso digo lo del abuelazo (cosa que me encantaría aunque no parece estar en los planes cercanos de Flor), no porque no quiera volver a ser madre. Más de una vez me encuentro diciendo ‘por qué conocí a Fabián recién a esa edad? ¿Por qué tardamos tanto en encontrarnos?’”, se lamentó luego.
El tema de los hijos también se tocó desde otro ángulo: el nacimiento de Margarita, la hija de Adrián Suar y Griselda Siciliani. Consultada sobre esto, la conductora de Lo que piensan los hombres (ciclo dominical de Utilísima), sostuvo que le molestaron las versiones sobre los supuestos celos que le despertó el nacimiento. “Adrián es una persona a la que quise mucho, que tuvo un bebé y es algo maravilloso. Además es la hermana de mi hijo, sería una porquería de persona si siquiera una ínfima porción de lo que inventaron”, afirmó.
Cambiando de tema, ¿Araceli fue a ver Dos más dos, la nueva película de Suar? La respuesta es no. “No por él, pero la verdad es que no me llama la atención el tema (las prácticas swingers)”, argumentó. Y no es para menos, la conductora sabe lo que tiene y cómo preservarlo: “Con lo que me costó encontrarlo a Fabián no lo comparto con nadie. ¡Ni loca!”.